Javier Marín (México, 1962) presentará en Roma una serie de esculturas que son resultado de su experimentación con nuevos materiales y la Inteligencia Artificial.
Se exhibirán 39 obras en resina poliéster con amaranto, madera, tapiz tejido a mano, impresiones digitales y vídeos; 1 columna monumental, y 10 obras en bronce, acrílico e impresión digital intervenida.
La exposición, que se inaugura el próximo 2 de julio, se titula “Materiae” y se encontrará en dos sedes: Palazzo delle Esposizioni y Terme di Diocleziano. Se trata de una muestra por invitación del Ministerio de Cultura de Italia, y en el marco del 150 aniversario de las relaciones diplomáticas México-Italia.
En entrevista con EL UNIVERSAL, el artista explicó para él la exploración de materiales es una constante en su carrera. “Los materiales en mi trabajo definen el discurso conceptual, terminan siendo más que materiales”, declara.
Marín detalla que ha trabajado desde las técnicas más clásicas (con el bronce, mármol y tallado en madera), hasta con materiales novedosos como resinas, poliéster y combinaciones con materiales orgánicos, textiles.
“Últimamente lo que me tiene apasionado son los polímeros para impresoras 3D. Estoy muy atento a las características materiales y técnicas nuevas y las posibilidades que tienen. También está el tema de estos sistemas de inteligencia artificial que se vuelven también un elemento interesante a explorar. Poder convertir un dibujo a un volumen me tiene muy pendiente de las nuevas herramientas, que todo el tiempo están avanzando y perfeccionándose a una velocidad imposible de alcanzar, pero tratando mínimamente de entender lo básico y aplicarlo a mi trabajo”, explica.
El escultor señala que su materia prima son esculturas hechas de manera académica, proceso que ahora ha empezado a traducir con nuevas herramientas y nuevos materiales.
Dentro de esas exploraciones dice encontrar aportaciones y resultados distintos a los que espera.
La experimentación con estas nuevas técnicas y materiales han llevado al artista a reflexionar sobre cómo será el futuro de la escultura y a reflexionar sobre el punto histórico en el que él desarrolla su trabajo:
“Es importante para mí formar parte de una generación que está viviendo la transición del trabajo físico y manual con materiales reales, a la virtualidad y herramientas digitales. Me están tocando los dos mundos, imagino que dentro de dos generaciones, los artistas van a recordar poco de lo que es el trabajo hecho con las manos y los materiales físicos. Yo me veo atrás amasando barro y veo hacia adelante con materiales que resuelven todo, apoyado muchísimo con la Inteligencia Artificial. Son generaciones que ya no tendrán la experiencia de haberlo vivido”.