Dice el escritor chileno Alejandro Zambra que “ ”, el libro de ensayos de la escritora y editora , es una enciclopedia, pero “al mismo tiempo también “es un álbum de recortes, postales y otros pozos de la memoria”, y es que la memoria, los recuerdos y las vivencias personales son los temas centrales de ese libro que ha sido reeditado por Lumen, y en el que la autora, tres años después de su primera publicación, decidió enriquecer, nutrir e incorporar nuevos fragmentos a estos textos que hablan de la maternidad, la literatura, la fotografía, la libertad, las bibliotecas, los perros, la pandemia y la vida.

La escritora nacida en la Ciudad de México, en 1984, que también es autora de “Las noches son así”, “Una ballena es un país” e “In vitro”, habla en entrevista de estos ensayos revisados y ampliados, y de ésta que es ella tras la maternidad, pero también, de sus obsesiones literarias que se han reforzado con los años y de sus lecturas y de los escritores y escritoras que le interesan.

Isabel Zapata: "'Alberca vacía' es un cuaderno de vida que no terminaré de escribir nunca"
Isabel Zapata: "'Alberca vacía' es un cuaderno de vida que no terminaré de escribir nunca"

Foto: Lumen

Isabel Zapata, quien además es traductora y socia fundadora de Ediciones Antílope, asegura que “Alberca vacía” es una especie de contenedor, de archivero, de cuaderno de vida que no terminará de escribir nunca; pero además señala que a ella le interesa conectar con el lector y las historias que cuenta son de ella, pero también en las que los lectores se reflejan.

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¿Cuánto ha cambiado “Alberca vacía” y cuánto has cambiado esta que eres tú frente a aquella qué escribió estos ensayos?

Para mí, una de las peculiaridades de este libro es justamente su capacidad de transformarse con el tiempo. Los temas que atraviesan estas páginas son obsesiones que, lejos de desaparecer, han tomado fuerza y textura, se han afianzado en mí. Y claro que yo también he cambiado, por eso me tomé el atrevimiento de agregar fragmentos a algunos de estos ensayos, así como textos nuevos: para mí “Alberca vacía” es una especie de contenedor, de archivero, de cuaderno de vida que no terminaré de escribir nunca. María Negroni dice que los libros son "máquinas de pensar", y pues eso.

En estos textos hay un ejercicio constante de memoria, de recuerdos, de vidas ¿siguen siendo temas centrales que te interesa explorar en tu literatura y por qué?

Sí, la memoria es uno de los temas que se vuelven obsesiones y a los que una vuelve una y otra vez. Me interesa explorarlo porque sigue siendo uno de los principales mecanismos a través de los cuales conservamos lo que perdemos. Javier Peñalosa, gran poeta y amigo, tiene un verso que dice que las cosas no desaparecen: cambian de lugar. ¿Y si la memoria es el lugar donde aparece lo que perdemos, qué tanto podemos realmente conservar?

¿Hay un deseo de escribir sobre cómo llenar tus vacíos y encontrarte, esa es para ti la literatura?

Sí, creo que las palabras son justamente las principales herramientas con las que podemos reconstruir esos mundos perdidos. Por eso me aferro a ellas.

¿Más que compartir la intimidad te interesa profundizar en las pequeñas cosas, acciones humanas, acciones y momentos?

Para mí, compartir la intimidad es una manera de buscar lo que nos une. Quizá suena contradictorio, pero no lo es, porque por más personal o íntima que una experiencia sea, se convierte en literatura cuando logra atravesar a la persona al otro lado de la página. Como dice Margarita García Robayo a propósito de la "escritura del yo": no te lo cuento porque me pasó a mí, te lo cuento porque te pasó a ti.

¿Hay una reflexión sobre la maternidad en este siglo XXI?

La maternidad es una vivencia tan arrolladora, te transforma tan profundamente, que no hay forma de ver el mundo de la misma manera después de eso. Te vuelves madre, te sacude esa ola inmensa, y es como si de pronto te pusieras unos lentes y todo a tu alrededor ha cambiado de lugar: el tiempo, la idea del amor, de paciencia, de cuidado, de trascendencia...

¿Los “recuerdos personales” y “pensamientos” son más un camino para indagar en las estructuras literarias, en la expansión de los géneros literarios y sus formas?

¿Qué es para ti la fotografía y qué la literatura?, ¿son territorios o universos opuestos?

Uf, creo que ambas son cosas muy difíciles de definir, pero para nada me parece que sean universos opuestos. Al contrario, la fotografía tiene mucho de literatura, porque al final es una especie de ficción, una imagen que incluso puede reemplazar un "recuerdo real" (si es que eso existe) y terminar contando una historia que nos resulte mejor, que nos acomode más.

¿Querías que “Alberca vacía” fuera también un homenaje a las escritoras, a los escritores que más admiras?

Admiro a muchos escritoras y escritores, y de todo lo que voy leyendo siento que algo tomo, que algo se queda en mí que después sale aunque yo no me dé cuenta. Hasta lo que leo y no me gusta me va formando. Ahora ando clavada, por ejemplo, con Annie Ernaux y la manera en que ha puesto su vida en su literatura, ¿o será al revés? La leo para explorar esa pregunta.

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