Antonio Martínez Velázquez es el nuevo titular del Instituto Tlaxcalteca de Cultura, próximo a convertirse en Secretaría de Cultura de Tlaxcala. Aquí le hemos contado sobre su desempeño como director general de Comunicación Social y vocero de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México. En su cuenta de Linkedin asegura que en ese cargo “impulsó la visibilidad de la comunidad LGBTTTIQ+, las lenguas indígenas y los grupos marginados desde la comunicación gubernamental, además de un diálogo directo con los periodistas y la ciudadanía”. ¿Y así fue? Que los datos hablen: Por primera vez en su historia el Museo del Palacio de Bellas Artes puso una muy penosa cédula de la familia Zapata, luego de considerar que una obra ridiculizaba a una figura histórica. ¿Cómo se hizo esa visibilización de la que habla? No nos queda claro. Y organizar conferencias en donde Alejandra Frausto dedicaba 40 minutos a hablar de “logros” no es precisamente un “diálogo”. ¿Qué pasó con la “voz” de Frida?, ¿cómo quedaron los contratos para los que trabajan en Cultura Comunitaria una vez que se quitó el outsourcing?, ¿qué medidas se tomaron en Bellas Artes después del concierto ofrecido al líder de la Luz del mundo?, ¿cuál es la pérdida de ingresos autogenerados durante la pandemia?, ¿cuál es realmente la sede de la Secretaría?, ¿por qué hay un claro rompimiento con varios titulares de Cultura estatales por falta de apoyos? En fin, la lista es larga y la comunicación poco fluida. No está en duda que Martínez tenga una “amplia experiencia en emprendimientos culturales y periodísticos”, ni su militancia política o su activismo por las causas que le preocupan. Pero, ¿qué más valoró la gobernadora Lorena Cuéllar?, ¿qué representa Tlaxcala para la administración de Alejandra Frausto, pero también para la de López Obrador?