Mientras los editores mantienen sus reservas ante la declaración del Presidente de México de que podría fusionarse el Instituto Nacional del Derecho de Autor (Indautor) con el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) porque temen que prive la mercantilización de los registros de derechos de autor , que aseguran es un derecho humano, el abogado Roberto Arochi, especialista en propiedad intelectual , aseguró que la fusión sería el mejor camino e insistió en que la propiedad industrial también es un derecho humano.
“Me encantaría que hubiese un Indautor potente, pero lo que estoy viendo es que cada vez le están mermando su presupuesto, le están mermando la fuerza y creo yo que antes de que le bajen más el presupuesto, mejor hay que fortalecer esa dirección del derecho de autor en el IMPI, donde se puede beneficiar todo el presupuesto y todo lo que se ha desarrollado en tantos años”, señaló Arochi, durante la segunda sesión de las mesas de análisis “Desafíos de un cambio: Imaginando el futuro. La fusión IMPI-Indautor, un cambio de paradigma”.
Durante el encuentro organizado por la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (Caniem) a través del Centro de Innovación y Desarrollo Profesional para la Industria Editorial, Editamos, el presidente de la Comisión de Propiedad Intelectual de la Concamin , dijo que la situación financiera de ambos institutos es muy distinta.
Aseguró que mientras en 2020 el IMPI tuvo un presupuesto de 3 mil millones de pesos, en tanto en Indautor su presupuesto ha decrecido el presupuesto, y que este año tiene casi 70 millones de pesos, 6 millones de pesos menos que en 2020, “entiendo los argumentos nostálgicos de muchos en cuanto a derecho de autor, pero tengo miedo de que el Indautor acabe siendo simplemente, un registro público”.
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El pasado 7 de enero, durante su conferencia matutina, el presidente de México informó sobre su intención de fusionar Indautor, que depende de la Secretaría de Cultura , con el IMPI, que pertenece a la Secretaría de Economía , y que la integración de las dos dependencias serían responsabilidad de la secretaria de Economía, Tatiana Clouthier . El tema ha generado encuentros virtuales como el celebrado ayer.
El editor José Ignacio Echeverría, quien señaló las malas experiencias que han resultado con instituciones fusionadas en Perú y en Ecuador, se manifestó en contra de la fusión, porque asegura que en Indautor tiene un equipo muy especializado que se podría perder, pero también por las altas tarifas que maneja el IMPI y que podrían generalizarse al registro de derechos de autor que en el Indautor son bajos.
Echeverría, quien fue presidente de la Caniem, dijo que ante los datos expuestos por Arochi, propuso más bien pelear que a Cultura le den más presupuesto, “el recorte del presupuesto no es especialmente para Indautor, le han quitado presupuesto a Cultura de manera escandalosa; porque yo prefiero trabajar con una empresa más pequeña, quizás porque en general las editoriales somos empresas pequeñas”.
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Ahí también el editor peruano Germán Coronado compartió la mala experiencia que en su país han tenido los editores y autores con el Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual (Indecopi) que agrupa al derecho de autor y la propiedad industrial, porque no es autónomo, tiene pocos recursos, su misión comprende infinidad de tareas y tiene poco personal.
Por su parte, la abogada Quetzalli de la Concha, presidenta de Cempro y experta en derecho de autor e industria editorial, dijo que si esta integración entre IMPI e Indautor se va a llevar a cabo como lo comentó en una conferencia matutina el presidente Andrés Manuel López Obrador “ya es fundamental que haga un aviso oficial” no sólo para saber las condiciones sino para que se puedan hacer ciertas precisiones que son importantísimas.
“Porque de pronto tal vez pensando en la estructura y en la fuerza que tiene el IMPI pensamos en que de alguna manera abrace y adopte al Indautor"
