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El Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) envió una carta a este medio sobre la concesión para otorgar la prestación del Servicio de Restaurante al Interior del Palacio de Bellas Artes, argumentando que se realizó conforme a la normativa, después de que el crítico Lázaro Azar comentó en su columna Sotto Voce publicada el 26 de noviembre en el suplemento Confabulario, que tras “el cierre obligado por la pandemia y postergarle infinidad de veces la fecha de reapertura se realizó una nueva licitación para operarlo (el restaurante) que fue otorgada ‘en lo oscurito’. Que ni por cortesía conminaran a participar a Bello".
La institución afirma que “fue el propio señor Luis Bello Morín, quien el 29 de febrero de 2020, aún antes de la pandemia, envió un escrito dirigido a la Gerencia del Palacio de Bellas Artes en el cual informó que por la baja afluencia de comensales en su negocio, durante el primer bimestre de ese año, le imposibilitaba económicamente para continuar con la concesión de dicho café”.
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“El Instituto, durante los años 2021 y 2022, le invitó a reuniones y mantuvo comunicaciones vía correo electrónico a través de la Gerencia del Palacio y de la Subdirección General de Administración para dar todas las facilidades, así como opciones para que pudiera reabrir este espacio. Esto no fue posible ya que el señor Luis Bello informó que, en esos dos años, no contó con recursos para reactivar su empresa”, explica el INBAL.
De acuerdo con el INBAL, el proceso para otorgar la nueva concesión comenzó el 23 de mayo a través de la publicación de una convocatoria abierta, que cumple con la normativa en apego al artículo 5 de la Ley General del Sistema Nacional Anticorrupción, según la Institución.
La empresa que obtuvo esta nueva contratación, ya trabaja en la habilitación del espacio para la próxima reapertura del restaurante del Palacio de Bellas Artes, señala INBAL. Sin embargo, no aclara el nombre de la empresa ganadora.
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