El Instituto había anunciado que ayer, a las 11:20 horas, entregaría las en el campo de la Literatura, Danza, Música y Ópera en una paquete y en una sola tanda los galardonados de 2020, 2021 y 2022, pero recorrió la ceremonia a las 19 horas, ya que por la mañana alumnos de la se manifestó —previo aviso de una semana antes— contra las “condiciones precarias, inseguras e inadecuadas” en las que estudian. Claro, el INBAL optó por cancelar porque no se vería bonito que los creadores vieran cómo las futuras generaciones de artistas lidian con los recortes. Además, ¿por qué habría de facilitar el diálogo con la secretaria de Cultura y la titular del INBAL, que asistirían al evento de premiación? Para que no se notara tanto que el INBAL quiso esquivar el momento incómodo, tuiteó desde tempranito: “Bienvenidas las voces de estudiantes de las escuelas de Bellas Artes”; aseguró que estaban comprometidos con la educación de calidad y la “búsqueda de mayor presupuesto” y envió a los directivos de las escuelas y a su subdirector de Administración a intentar calmar los ánimos.

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