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antonio.diaz@clabsa.com.mx
Trabajadores contratados bajo el régimen de Capítulo 3000 desconocen cuál será su futuro, pese a que Lucina Jiménez, directora del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), declaró que actualmente cuentan con un “contrato puente”.
De acuerdo con la funcionaria, en el Instituto no habría despidos masivos y todo el personal regresó a laborar y con un sueldo asegurado.
Pero la incertidumbre continúa, pues a los empleados les pidieron que trabajaran pero sin darles certeza de qué pasaría después.
“El contrato puente es una extensión del contrato que finalizó el 31 de diciembre de 2018, no es una renovación ni un nuevo contrato. Las autoridades nos dijeron que la extensión de contrato sería por el 20% del contrato que cada trabajador haya tenido en 2018”, explica una de las trabajadoras, quien prefiere no dar su nombre por temor a que no la vuelvan a contratar.
La trabajadora señala que cada extensión de contrato se hizo de forma particular, por lo que ahora hay personal contratado por uno o dos meses, y que su salario les será entregado a través de transferencia bancaria, aunque desconocen si en esta ocasión su pago será de forma inmediata o deberán esperar, como en otros años.
Otro de los inconformes declara que nadie les ha explicado lo que sucederá una vez que se terminen las extensiones de contrato, aunque confirma lo dicho por la directora del INBA, quien dijo que en el instituto no hay despidos masivos.
El sector del Capítulo 3000 busca, entre otras cosas, que este año no le sean retrasados sus pagos, lo cual será planteado el lunes, cuando se reúnan para también trazar un plan de acción ante la falta de respuesta por parte de Lucina Jiménez, con quien solicitaron una reunión desde el 15 de diciembre del año pasado.
La reunión con Jiménez fue solicitada por medio de un documento que fue entregado en la Oficialía de Partes de la Dirección General del instituto; pero esa no ha sido la única misiva, también han buscado a la funcionaria por redes sociales.
Los trabajadores también se han dirigido con Alejandra Frausto, secretaria de Cultura, quien los canalizó con Héctor Domínguez, director de Asuntos Jurídicos del INBA.
“Es cierto que algo está cambiando, pero enfocaremos las acciones para tratar de cambiar nuestro tipo de contratación, que se nos reconozca como trabajadores, porque nosotros no buscamos una plaza o generar nuevos sindicatos, sino que se nos otorguen las prestaciones de ley, un seguro médico. La incertidumbre se recorrió un par de meses pero en realidad no sabemos qué pasará”, dice un trabajador.