Especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) recuperaron tres lienzos y diversos fragmentos del retablo de la Capilla de Santa María de la Asunción, en Ocuilan , Estado de México, que fueron afectados por el sismo del 19 de septiembre de 2017, bienes que fueron entregados a esa comunidad.

Durante casi ocho meses de intensas labores de restauración, el INAH realizó este trabajo a través de la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural (CNCPC).

Decenas de personas se reunieron expectantes en la pequeña ermita construida en los terrenos del oratorio afectado por el movimiento telúrico, para darle la bienvenida a sus “pinturas”, como las llamaban.

Personas adultas, mujeres, niños, adolescentes y familias enteras esperaron que el personal del Centro INAH Estado de México les quitara la protección con las que se transportaron las piezas para poder apreciar nuevamente su esplendor.

No se trata sólo de la restauración de una pintura, los especialistas del INAH aprecian y entienden los símbolos y el significado de ellas, de acuerdo con un comunicado.

María del Carmen Castro Barrera, coordinadora nacional de Conservación del Patrimonio Cultural, consideró que con esta recuperación no se restituye ese simbolismo, pero se puede regresar algo de esa parte.

En el acto protocolario de la entrega-recepción de estos bienes, realizado en el Barrio de Santa María de esa comunidad mexiquense, la titular de la CNCPC explicó que la restauración de los óleos y fragmentos del retablo, es la forma en que los restauradores participan en la recuperación del patrimonio cultural del país.

Las piezas recuperadas son: tres lienzos al óleo, cinco medallones, así como la puerta del sagrario, que datan del siglo XVIII, que sufrieron graves afectaciones luego de que se desplomara la cúpula y muro testero de la edificación a causa del sismo.

De suma importancia para la comunidad de Ocuilan, las obras estaban en el altar dedicado a la Virgen, que había sido restaurado un par de meses antes del desastre natural.

El retablo se colapsó al caer la cúpula y quedó sepultado bajo los escombros, ocasionando que se fragmentara en cientos de partes y las pinturas se desgarraran y arrugaran.

Los trabajos de recuperación consistieron en la consolidación, desmontaje de bastidor, retiro de reentelado, corrección de plano, aplicación de barniz de protección, unión de fragmentos, velado, limpieza de soporte, reentelado y restitución de capa pictórica, este último fue el proceso más delicado, pues a través de él se les devolvió a las obras su aspecto original.

akc

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