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“El huracán destruyó parte de mi estudio y de mi casa, arrancó maderas, tejas, ventanas y techos. La mitad de la exposición también se destruyó, así que, con sólo un mes de tiempo para esta muestra, me nació el deseo, desde dentro, de mostrar mi historia del paso de Otis por Acapulco”, relató a EL UNIVERSAL el artista plástico Héctor Massiel (Guerrero, 1973), quien el jueves pasado inauguró la exposición Fragmentados. Vestigios del Huracán Otis, en la galería Aguafuerte, en la Ciudad de México.
Massiel, egresado de la Facultad de Artes y Diseño campus Taxco y oriundo de Acapulco, contó cómo vivió la noche que Otis azotó su ciudad, y expresó su tristeza por las pérdidas humanas y materiales.
El artista relató que elaboró 21 pinturas que iban a ser expuestas en Aguafuerte, sin embargo, el huracán destruyó la mitad, por lo que decidió trabajar con objetos y convertirlos en parte de la muestra.
“Yo estaba desarrollando esta obra, tomando los sentimientos más fuertes del ser humano como la locura, la tristeza, la desesperación; tras el huracán, decidí fusionar ese dolor con lo que había pasado. De la calle recuperé objetos que salieron volando, por lo que en la muestra tenemos la tapa de un tinaco, una antena parabólica pequeña, láminas de asbesto, letreros de las calles, tambos de gasolina de los pescadores del puerto, todos objetos de la vida cotidiana de Acapulco”, detalló el artista.
Aunado al arte-objeto elaborado por Massiel se incluyen nueve pinturas creadas antes de la llegada del huracán, además de una pintura que retrata la devastación del puerto un día después de la tragedia.
Massiel abundó en el título de la muestra, y explicó que éste nació en los días posteriores a la tragedia. “Se llama Fragmentados porque habla de los rotos, los quebrados, los fracturados, los destruidos, de ese Acapulco y sus personas que vivieron el huracán Otis”.
Testigo del huracán
Héctor Massiel relató que se encontraba en su estudio cuando el huracán azotó el puerto de Acapulco, y detalló su experiencia y las emociones que surgieron durante esas horas de devastación.
“Me tocó vivirlo en mi estudio. Comenzó a las 11 de la noche, unos vientos muy fuertes. A las 12 ya era impresionante, de mucho peligro, sin luz, nunca en mi vida sentí algo como lo de esa noche, muy fuerte, muy dramático”, dijo.
El artista contó que la fuerza del huracán comenzó a llevarse sus puertas y ventanas, y que, en ese momento de crisis, decidió salvar parte de su obra.
“Yo quería salvar mi obra, protegerla. En ese momento difícil, mi mamá, que es mi vecina, sube y me dice que deje todo, que baje a resguardarme, pero yo no quise. Bajé al patio por una escalera para atrancar la puerta principal, no quise abandonar mi obra, aunque ahora veo que puse en peligro mi vida, pero no sólo yo, sino todos los que vivimos ese momento”, recordó.
Además de perder la mitad de su obra, el artista señaló que tuvo otras pérdidas materiales. Añadió que la obra que se salvó sufrió daños, por lo que tuvo que enmarcarla para evitar que se destruyera.
“Perdí muebles, aparatos, muchas cosas de mi casa, incluso mi colchón, muchas pérdidas materiales”, expresó.
Massiel contó que no ha podido reparar los daños que Otis dejó en su estudio porque enfocó sus recursos en completar la exposición y narrar, desde su obra, lo que vivió la madrugada del 24 de octubre.
“Hay historias de personas que perdieron todo, a su familia, sus casas, es impactante seguirse enterando de cosas así. En mi obra encontrarán parte de la historia de Otis, expresiones de dolor, de locura y de tristeza, pero también hay un mensaje de esperanza y de solidaridad”, concluyó.
La exhibición estará disponible hasta el 29 de diciembre en galería Aguafuerte, ubicada en Guanajuato 118, Roma Norte, CDMX.