"Razones para no fundar una religión" es el libro póstumo de David Huerta, que reúne poemas que su viuda, la escritora Verónica Murguía, considera que son los lados B de libros que le gustaban. David Huerta, el poeta, académico y colaborador de EL UNIVERSAL —quien de vivir hoy cumpliría 75 años— seleccionó y redondeó los 27 poemas que integra este libro que publica el Fondo Editorial Estado de México (FOEM) como parte del Premio de la Feria Internacional del Libro del Estado de México (FILEM) que David Huerta recibió en 2021.
“A él le entusiasmaba mucho este libro. David tenía la costumbre de escribir, escribir, escribir y guardar los poemas en un cajón e irse a dar clase o a preparar una conferencia; no estaba tan obsesionado con la publicación como con la escritura, cosa que me parece muy bonita” señala Verónica Murguía sobre Huerta, quién murió el 3 de octubre de 2022.
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Murguía dice que el título del libro viene de la entrada de un blog del poeta tapatío Luis Vicente de Aguinaga, en el que hace una defensa cómica de lo que se le pide al poeta en los tiempos contemporáneos. Se les pide que deliren, pero que sean congruentes; intransigentes, pero amables; revolucionarios, pero que respeten la tradición; que sean poetas malditos, pero se porten bien. Aguinaga concluye “usted lo que quiere es una religión”.
“A David le parecía súper importante esa libertad de pensamiento que deben de tener los poetas y los escritores y los pintores y todos en general, porque David tuvo una educación política muy sui generis, su papá (Efraín Huerta) era del Partido Comunista, él creció empapado en la izquierda, pero también del desencanto que vino después cuando todo el mundo se enteró de lo que pasaba en la Unión Soviética, luego el fracaso de la revolución cultural china. A David eso le repugnaba, pero también le repugnaba la derecha, estaba verdaderamente horrorizado por la capacidad de destrucción humana que ha tenido la derecha, y en Latinoamérica tenemos ejemplos terroríficos: Argentina, Uruguay, Paraguay, Chile, etcétera, David consideraba que su obligación era pensar por sí mismo”, dice Murguía.
Afirma que los poemas del libro son inéditos, salvo el dedicado a Neruda. Algunos son de la época de Incurable, su gran obra, “versos muy largos, muy tristes”; pero también hay varios poemas de amor celebratorio, que son para ella, hay un poema a Raúl Zurita y a otros escritores, dice Murguía quien hoy presenta el libro en la FILEM.