La obra se desarrolla con poca utilería: la gabardina roja que representa el cambio de identidad, una botella de agua, una flauta dulce, la bomba de aire, algunos globos y una muñeca inflable. El escenario es una explanada abierta, sin decorados, a la que sostienen el monólogo de Valentina Garibay y la iluminación; el mayor dispositivo parece ser el aire: la voz de la actriz, la exhalación, la máquina que infla objetos., pero el aire también es crucial para entender la forma en la que actúa, "la Mataviejitas", "la Dama del silencio", víctima recurrente, durante la infancia, de una forma de asfixia —el encierro—, asimilada en la madurez al ahorcar a las mujeres que asesina.

Para , dramaturgo y director de "", es central explorar el "modus operandi": "Dicen los criminólogos que mucho de la psicología del criminal se relaciona con la forma de operar, los métodos", explica y detalla que Barraza ha sido estudiada a nivel mundial como un caso atípico, puesto que la mayoría de los asesinos seriales son hombres.

"Tratamos de apegarnos a la información que hay y las declaraciones que ella misma ha dado. No obstante, hay una cuestión confusa sobre si sufrió abuso por parte de su madre o de su abuela; tratamos de mostrarlo como un aspecto ambiguo".

Lee también:

A partir de que Barraza asfixia a sus víctimas, se decidió que el eje de la obra fuera el aire: "Cuando uno acude a ver un monólogo, normalmente el actor está hablando con entelequias, fantasmas y cosas que no están allí.  En este caso, yo quiero que el espectador sea consciente de que la actriz está hablando con la nada, encapsulada en un globo, una bolsa o una muñeca; que, en realidad, sea más visible esta convención con la nada a través del oxígeno".

La puesta en escena está a cargo del actor y dramaturgo Richard Viqueira. 
Foto: Richard Viqueira, cortesía
La puesta en escena está a cargo del actor y dramaturgo Richard Viqueira. Foto: Richard Viqueira, cortesía

Los griegos decían, continúa Viqueira, que estamos rodeados por el éter; el cual, al final, fue lo que se terminó descubriendo como el oxígeno.

Más allá de lo conceptual, hay una inquietud que Viqueira y Garibay plasman en la obra: la complejidad psicológica de Barraza y el vaivén en que el ser humano pasa de víctima a victimario; lo profundo de dos papeles intercambiables. "Quise ser cuidadoso en comprender sus motivaciones sin victimizarla", afirma el director.

"Ella es responsable de los actos aterradores que cometió. Se dice que asesinaba más para denostar a la figura que le había hecho daño que para obtener una gratificación. Quería revelar a un ser humano complejo, en esa fina línea donde todos estamos: ni demasiado víctima ni demasiado victimaria".

Lee también:

La represión sexual es otro de los temas que se exploran en la pieza: "Si su madre la vendió a cambio de dos caguamas cuando era niña, puedo entender la confusión y la represión de Barraza. Ella era una mujer alta, fornida y la gente la confundía con hombre. Para mí es pertinente tratar esto, dado los tiempos que corren: abordar la ambigüedad que existe sobre qué es ser hombre y qué es ser mujer. La latencia de lo sexual está desde que fue violada cuando era niña, hasta el hecho de que ejerció violencia sexual contra algunas de sus víctimas".

La detención de Barraza se da -cuenta el dramaturgo- mientras el jefe de gobierno de la Ciudad de México era Andrés Manuel López Obrador y ciertos investigadores señalan la posibilidad de que hubiera más de un asesino: "No obstante, la agarraron y le achacaron todos los crímenes. Dicen, los que saben, que sí era culpable de bastantes asesinatos, pero no de todos".

Las fuentes de Viqueira para documentar la pieza son las declaraciones de la propia Barraza en expedientes y entrevistas, así como las crestomatías del día de su detención, ciertos reportajes y la novela "Ruda de corazón: el blues de la Mataviejitas", de Victor Ronquillo. En el monólogo los huecos, por supuesto, los llena la ficción, apegándose a la trama y los claroscuros del personaje.

"Hombruna" puede verse los viernes, a las 20:00 horas; sábados, 19:00 horas, y domingos, 18:00 horas, en el Teatro El Milagro (Milán 24, Juárez) hasta el 4 de junio.

Suscríbete aquí para recibir directo en tu correo nuestras newsletters sobre noticias del día, opinión, y muchas opciones más

melc

Comentarios