Ya en su retiro, el caricaturista político (Xalapa, 1938), mejor conocido como , tuvo tiempo de explorar una parte de su archivo para así seleccionar cartones y pinturas que no se habían mostrado antes al público. Estas obras se presentan en la exposición y otros cartones políticos, que inauguró ayer en el Complejo Cultural Los Pinos.

A la ceremonia se dieron cita aficionados de distintas generaciones, desde niños que acompañan a sus padres, hasta personas de la tercera edad, que crecieron con la obra de Flores. Un ejemplo es un profesor jubilado de , quien llevó sus números originales de La Garrapata —revista que fundó el cartonista junto con Rius, Naranjo y AB— con el objetivo de conseguir el preciado autógrafo. También asistieron colegas, como Rafael Pineda “Rapé” —quien dijo al público que estaba “ante el mejor caricaturista de México y quizás uno de los mejores del mundo”—, José Hernández “Monero Hernández” y José Ruiz de Esparza, historiador y “capataz” durante la primera etapa de La Garrapata, quien recordó que su principal tarea era “corretear” a Helioflores y compañía para que entregaran sus cartones.

En la Sala Miguel de la Madrid se presentan cartones que hizo Helioflores entre los años 70 y la primera década de los 2000, pero no están en orden cronológico. Se exhiben obras conocidas, como La democracia tiene ojos de mapache, que es la portada de su libro Nuestra democracia (Alias editorial, 2022), pero también se muestran dibujos “que no están en ningún libro ni en alguna exposición”. Se trata de cartones que publicó a finales de los 70, donde el Tío Sam, la política exterior estadounidense, los Libros de Texto Gratuitos, la figura del dedazo, el Fondo Monetario Internacional, la Guerra de Vietnam y la pobreza son algunos de los temas recurrentes.

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El propio Helioflores fue el curador de la exposición El Hombre de Negro y otros cartones políticos. Foto: Luis Camacho | El Universal
El propio Helioflores fue el curador de la exposición El Hombre de Negro y otros cartones políticos. Foto: Luis Camacho | El Universal

El artista también explica que aunque muchos trabajos son de décadas pasadas, conservan su vigencia, como por ejemplo, los trabajos que hacen alusión a los ataques de Israel a Palestina. Entre otras joyas que destacan en la muestra está el recorte de periódico del primer cartón político que publicó en el Diario de Xalapa, en julio de 1957, así como tres pinturas de acrílico sobre tela, que no tienen fecha, y un homenaje a Rius, en una viñeta, con su personaje “El hombre de negro”.

Helioflores explicó que cuando se trata de una exposición de cartón político, la mejor opción siempre será que el autor de las caricaturas sea el propio curador.

“Esta selección de mis cartones refleja, por un lado, el ámbito político donde parecía que no lograríamos cambios en beneficio de las mayorías, porque sólo empezamos a notarles hasta hoy. Por otro lado refleja mi evolución como caricaturista porque, como he dicho, considero que no hay caricaturistas precoces, sino que la caricatura requiere maduración y tiempo para la maduración yo tuve suficiente. Como dice la canción: ‘el tiempo pasa, nos vamos poniendo viejos’ y hay que ir dejando los espacios para las nuevas generaciones”, declaró.

Al presentar la exposición ante el público, Helioflores reconoció que hablar en público no es su fuerte, lo que podría considerarse un colmo para alguien que durante más de 50 años publicó en su crítica al gobierno, hasta su retiro en enero de este año. Sin embargo, al veracruzano no le tembló la voz durante su discurso, cuando compartió que en la caricatura mexicana, que tiene una larga tradición, ubica en un primer grupo a artistas que destacaron por sus trazos, pero no por su contenido, como Ernesto García “El Chango” Cabral, a quien señaló por ser de derecha; en un segundo conjunto se encuentran los caricaturistas que destacaron por su contenido, pero no por su trazo, como Rius, dijo, a quien considera su gran maestro; y finalmente un tercer grupo, donde trazo y contenido son buenos por igual.

“¿Para mí qué significa la caricatura política? Muchos la consideran un arma para atacar personas, instituciones y gobiernos. Para mí es un privilegio, el medio para exponer las b, ya sea por negligencia o corrupción. Este privilegio lo desarrollé a lo largo de 10 sexenios, desde la presidencia de Díaz Ordaz hasta Andrés Manuel López Obrador. (...) Siempre expresé mi particular punto de vista, de acuerdo a mi posición ideológica y mi visión de país, con total b. En estos 60 años, hacer cartón político ocupó gran parte de mi vida, de ello me quedan grandes satisfacciones. También tuve algunos sinsabores en tiempos de censura, que después fueron motivo de orgullo”, declaró sin titubeos.

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Los visitantes admiraron la obra del cartonista e hicieron fila para charlar
con él o conseguir su autógrafo. Foto: Luis Camacho | El Universal
Los visitantes admiraron la obra del cartonista e hicieron fila para charlar con él o conseguir su autógrafo. Foto: Luis Camacho | El Universal

La vida en retiro

Helioflores no tuvo oportunidad de recorrer la exposición con los asistentes. Sus admiradores no lo dejaron pasar del vestíbulo, a donde después de un buen rato le llevaron una silla para que mejor se sentara con calma a conversar, firmar libros y tomarse fotos con el público.

El artista reconoció que fue su propio cuerpo quien ya no le dio para seguir dibujando a diario y, ante la pregunta, admitió que ya dejó de dibujar: “Me tiembla mucho el pulso. Parece mentira, pero la presión de entregar el trabajo te va empujando y ya no tengo esa presión. Es entrañable, como no, pero como muchas otras cosas que uno extraña de la juventud, lo de la caricatura ya quedó en el pasado. Ya ahorita me dedico nada más a ver las que se publican y a criticarlas”.

Sobre la caricatura actual dijo, sin pelos en la lengua, que considera que “están mal en lo general” y no sólo por el mensaje de ataque que transmiten, sino por el trazo del dibujo. Respecto a si dejó pendientes, Flores indicó: “Una de las cosas que me gusta de la caricatura es que nunca llegas a la meta, no hay un lugar que sea el máximo. Uno sabe que eso es inalcanzable, pero que el camino ahí está y eso te hace esforzarte”.

El caricaturista tuvo dificultades para identificar algún acierto en su carrera, explicó que es síntoma de todo monero creer al instante que hizo “un cartonazo” y una vez diluido el entusiasmo darse cuenta que le faltó para ser excelente. Tampoco pudo decir qué le gustaría que prevaleciera de su obra, pero sí dijo que tiene esperanza de algo: “Que el recuerdo de aquellos tiempos de censura y dificultad para el periodismo en general no se repitieran”.

Finalmente, sobre cómo visualiza un cartón político sobre el momento histórico al que se enfrenta México, con la llegada de su primera presidenta, Helioflores expresó que, como siempre acostumbró, no haría un cartón especulativo, sino que habría esperado a que iniciara el gobierno de Claudia Sheinbaum, pues “tengo fe en que haría las cosas bien”. La muestra estará abierta al público hasta noviembre.

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En la exhibición hay tanto obra conocida como trabajo nunca antes expuesto o publicado. Foto: Luis Camacho | El Universal
En la exhibición hay tanto obra conocida como trabajo nunca antes expuesto o publicado. Foto: Luis Camacho | El Universal
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