El lingüista Luis Fernando Lara asegura que hay una preocupación justificada en México por el riesgo de extinción de muchas de nuestras lenguas amerindias, pues como decía don Miguel León-Portilla: “Cuando muere una lengua, muere un gran pedazo de cultura”, pero puntualiza que “necesitamos tener una perspectiva más amplia para entender, por un lado, y para plantearse alternativas porque al fin y al cabo la preservación de las lenguas depende de la actividad humana y de la actitud de los humanos frente a las lenguas”.

Al miembro de El Colegio Nacional y de la Academia Mexicana de la Lengua que dirige el proyecto de elaboración del Diccionario del español de México en El Colegio de México desde 1973 le preocupa que el español, que es nuestra lengua vehicular, deje de tener funcionalidad, esto ante la publicación de textos científicos sólo en inglés y ya no en español.

“Con el español ‘estamos muy orgullosos’ de que somos 450 millones de hispano hablantes, de acuerdo con el Instituto Cervantes, pero no nos damos cuenta que desde el momento en que, sobre todo nuestras ciencias naturales, pero también en las ciencias sociales, los científicos empiezan a publicar sólo en inglés, resulta que perdemos una funcionalidad, que es la funcionalidad del discurso científico y del conocimiento científico, y en ese momento el español empieza a tener un riesgo”, afirma Luis Fernando Lara.

El autor de libros como Teoría del diccionario monolingüe, Ensayos de teoría semántica: lengua natural y lenguajes científicos, Historia mínima de la lengua española y Herencia léxica del español de México, así como de más de un centenar de artículos publicados en diversas revistas especializadas, asegura que él lleva mucho tiempo diciendo que la ciencia es la avanzada de la cultura.

Entonces, asegura el especialista, si perdemos la comunicación científica en español, en primer lugar “se nos crea una élite de los científicos que publican sólo en inglés, separada del resto del pueblo que habla en español; y del otro lado el resto del pueblo deja de tener acceso al conocimiento científico, que es muy importante”.

Esa es una de sus preocupaciones vitales, pues asegura: “Claro que nos tenemos que preocupar por el náhuatl o por el tlahuica, que son los dos casos que presentamos en el libro, pero también nos tenemos que preocupar por el español”, señala el lingüista a propósito de la aparición del libro Extinción y pérdida de las lenguas.

“Me ha tocado oír a científicos que aseguran que tal o cual cosa no se puede decir en español, y eso es grave; en español podemos decirlo todo, sólo hay que saber decirlo”
Luis Fernando Lara, Lingüista

El investigador asegura que este libro reúne textos de expertos como Miguel León-Portilla, Yolanda Lastra, Martha C. Muntzel, Aileen Martínez, Giorgio Perissinotto y Rainer Enrique Hamel y de él mismo, donde se exponen casos de extinción y pérdida de lenguas como el náhuatl, el tlahuica, el español de la Alta California y el desplazamiento creciente del español por el inglés en la comunicación científica, que fueron presentados en el primer Encuentro Libertad por el Saber, que fue titulado “Pensar la muerte”, realizado por El Colegio Nacional.

Luis Fernando Lara dice que la idea de los ensayos es tratar de presentar casos concretos de extinción y pérdida de las lenguas, como es el caso del tlahuica, que asegura es muy interesante porque parecía estar en extinción, sin embargo, sus hablantes —trabajando con las lingüistas Martha C. Muntzel y Aileen Martínez—, están en un proceso de resurgimiento de la lengua tlahuica; y que también explora la situación de la lengua náhuatl.

El experto reconoce que cuando una comunidad humana queda aislada, comienza a correr riesgo, que es lo que pasó con muchos de los pueblos indígenas, por ejemplo los pueblos mixtecos que hace 300 años eran pueblos muy aislados unos de otros, separados por montañas, y ese en realidad ha sido uno de los problemas de comunicación de Oaxaca.

¿Y qué hace el Estado?

En el mismo sentido, Luis Fernando Lara cuestiona las acciones que no lleva a cabo el Estado mexicano, no sólo ante el español, sino ante las lenguas amerindias u originarias, como prefieren llamarlas y que dicen impulsar.

El especialista señala que las lenguas amerindias suelen perder su función comunicativa cuando quedan aisladas y pierden funcionalidades sociales, “si no se pueden utilizar en una consulta médica, en un juicio de tierras o para dar las noticias, entonces las lenguas amerindias pierden funcionalidad y sus hablantes tienden a preferir otras, que es lo que ha pasado con el predominio del español en México”.

Agrega que mientras el Estado no imparta una educación integral, completa para los niños, desde el jardín de niños y por lo menos hasta la preparatoria, en su propia lengua, de modo que la lengua recupere funcionalidades, “mientras eso no exista, pues se trata de proclamas muy bonitas, pero que no conducen a nada”, afirma el Premio Nacional de Ciencias y Artes 2013 y el Bologna Ragazzi Award, en el mismo año.

Por otro lado, explica, hay casos como el del español en la Alta California, que es muy interesante por la lucha que ha tenido con el inglés; y particularmente el caso del español en las publicaciones científicas. “Me ha tocado oír a científicos que aseguran que tal o cual cosa no se puede decir en español, y eso es grave porque en español podemos decirlo todo, solamente hay que saber decirlo”; ese es el tema que le preocupa a Luis Fernando Lara porque aún no se le presta la debida atención, afirma.