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“Hay que asumir la Historia como una enseñanza; nos puede ofrecer sus mejores lecciones, y a mi juicio la primera de esas enseñanzas es que los hombres, a través de la larga crónica de la civilización, somos más o menos los mismos, y por tanto, somos igual de ignorantes”, señaló el narrador y ensayista cubano Leonardo Padura, quien en el marco de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara 2020, en su edición digital, recibió de manera simbólica la Medalla Carlos Fuentes y tuvo a su cargo la Apertura del Salón Literario que lleva el nombre del autor de “La región más transparente”.
Durante su discurso titulado “La novela en el espejo de la historia” donde habló de personajes y de las novelas históricas que ha escrito sobre ellos, como José María Heredia, protagonista de La novela de mi vida; Ramón Mercader y León Trotsky, sobre quienes habla en El hombre que amaba a los perros; y el exilio o la libertad abordadas en Herejes y Como polvo en el tiempo (su más reciente novela), Padura dijo que siempre cometemos los mismos errores y los mismos horrores.
“Hacemos lo mismo cuando, gracias a nuestra inteligencia creamos los primeros alfabetos y los primeros dioses, que cuando patentamos el último modelo de un artilugio digital y compartimos una foto en las redes sociales, porque cometemos los mismos errores y los mismos horrores, adecuados por supuesto al momento histórico”, señaló el narrador.
En una transmisión desde La Habana, Cuba, Leonardo Padura dijo también que la historia nos demuestra que los seres humanos tropezamos siempre, una y otra vez con la misma piedra, y ni siquiera somos capaces de quitar la piedra o de cortarnos el pie.
“Eso nos lo grita la historia, una y otra vez, y lo vemos hoy, una y otra vez, lo cual demuestra que no aprendemos nada a pesar de los esfuerzos de la historia por mostrarnos los caminos equivocados que hemos transitado, a pesar de que leamos incluso, y algunos, hasta escribamos novelas pretendidamente históricas”, afirmó el narrador nacido en La Habana, en 1955.
El creador de Mario Conde, protagonista de sus novelas policiacas, aseguró: “No soy pesimista ni optimista al emitir estas consideraciones, solo soy objetivo, quizás realista, si alguno de ustedes duda de mi objetividad y mi sentido de la realidad, lo invito a que lea la historia, a que busque las nuevas novelas históricas, y a que luego me cuente qué ha aprendido en ellas”.
El narrador y ensayista que con esta condecoración de la FIL se convierte en el undécimo ganador de la Medalla Carlos Fuentes, junto con Jonathan Franzen, David Grossman, Mario Vargas Llosa, Nélida Piñón, Sergio Ramírez, Salman Rushdie, Norman Manea, Paul Auster, Orham Pamuk y Luisa Valenzuela, habló en su discurso de sus novelas históricas, así como del exilio, de los episodios históricos y los personajes sobre los que ha hablado en su ficción.
El también autor de Pasado perfecto, La neblina del ayer, Paisaje de otoño y La transparencia del tiempo, dijo previo a dictar su discurso que apenas tres días antes le había propuesto abrir el foro literario de la FIL, y que por las circunstancias de este año tremendo “debo hacerlo desde La Habana, donde estoy y donde vivo, y donde practico mi oficio de escritor cubano” y concluyó con el agradecimiento por “este honor que coloca a Cuba y a un escritor cubano en el centro de una feria del libro tan justamente galardonada”.
A la distancia, Raúl Padilla, presidente de la FIL de Guadalajara, y Silvia Lemus viuda de Carlos Fuentes, reconocieron a Leonardo Padura como un intelectual que merecidamente le otorgan la Medalla Carlos Fuentes, de manera simbólica, aunque esperando poder dársela de manera presencial cuando las circunstancias lo permitan.
Padilla aseguró que Leonardo Padura es una de las grandes plumas del continente, “es uno de los escritores iberoamericanos más reconocidos; su creatividad, agudez e ingenio le han dado varios premios”.
En tanto que Silvia Lemus, le dio la bienvenida y concluyó diciéndole: “Un gran abrazo a Leonardo Padura desde México hasta Cuba”.