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Aumenta la cantidad de restos arqueológicos en la ruta del Tren Maya, pues hasta el momento, en cuatro de los siete tramos del megaproyecto del gobierno actual se han encontrado 8 mil 333 monumentos arqueológicos, durante los más de 80 operativos que realizan expertos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
La ruta del Tren Maya comprende una distancia de aproximadamente mil 500 kilómetros, los cuales atraviesan por cinco estados del territorio nacional: Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo.
En el Tramo I Selva, que va de Palenque, Chiapas, a Escárcega, Campeche, se han encontrado 2 mil 327 “monumentos arqueológicos”, según señala el último informe del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur).
En el Tramo II Golfo, que va de Escárcega a Calkiní, al norte de Campeche y en el límite con Yucatán, se han encontrado 2 mil 7 monumentos. En el Tramo III Golfo, que tiene una distancia de 172 kilómetros, entre Calkiní e Izamal, en Yucatán, se han localizado 2 mil 984.
En su informe, el Fonatur detalla que en el Tramo IV Golfo se han encontrado una menor cifra de monumentos arqueológicos, pues hasta el momento, en el recorrido de 257 kilómetros que va de Izamal a Cancún, en Quintana Roo, solamente se han contabilizado mil 15.
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“Con esto logramos registrar un total de 8 mil 333 monumentos arqueológicos, muebles e inmuebles que formarán parte del acervo histórico, científico y cultural del país. Adicionalmente generamos protocolos de protección que, en caso de incidentes, nos permitirán detener la obra y canalizar al INAH la atención de los monumentos hallados”, señaló el Fonatur.
En octubre pasado, EL UNIVERSAL dio a conocer que tan sólo en Yucatán y Campeche se habían descubierto más de 630 vestigios arqueológicos y que en el cuarto tramo se habían contabilizado 162 monumentos y piezas relacionadas con estructura y basamentos.
Para poder realizar los trabajos de excavación, se requiere la supervisión del Consejo Nacional de Arqueología: “Los trabajos involucran un equipo de más de 80 operativos arqueológicos del INAH que colaboran con Fonatur. Con esta cooperación se busca rescatar y estudiar cada uno de los monumentos que se encuentran en el paso del tren”, detalló el Fondo.
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Los expertos del INAH realizan labores de salvamento, es decir, cuando son ubicadas las piezas, son sometidas a procesos de análisis para poder identificar la fecha en que fueron realizadas, así como los tipos de materiales que constituyen a cada una. Después son trasladadas a los depósitos de cada uno de los centros INAH en los estados.
