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En excavaciones hechas por investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), recientemente se han encontrado vestigios que ayudan a la reconstrucción histórica de México, y particularmente de Tlatelolco, desde antes de la época prehispánica hasta principios del siglo XX: un entierro infantil prehispánico, un apantle virreinal y un basurero que data de los últimos años del siglo XIX y los primeros del pasado.
Dichos vestigios fueron hallados en tres de cinco pozos de excavación de dos metros cuadrados en la Zona Arqueológica de Tlatelolco, misma que abarca al Centro Cultural Universitario Tlatelolco (CCUT), instancia que solicitó dichas exploraciones a la Dirección de Salvamento Arqueológico y el Proyecto Tlatelolco para analizar el asentamiento diferencial que hay en el inmueble del centro cultural, la Torre Tlatelolco, obra de Pedro Ramírez Vázquez y sede de la Secretaría de Relaciones Exteriores hasta 2005.
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A partir de las piezas cerámicas de la ofrenda se ha determinado que es muy probable que el entierro infantil corresponda a una mujer del siglo XV, del periodo azteca tardío. Mientras que en la Unidad de Vinculación Artística del CCUT, el arqueólogo Javier Laue Padilla halló un apantle de 40 centímetros de espesor para distribuir agua, proveniente de la caja de agua del imperial Colegio de Santa Cruz de Tlatelolco, a los habitantes de la zona sur en el siglo XVI. Por último, el basurero fue encontrado al oeste del CCUT y en él había figuras como “soldaditos de cerámica y una copa de hueso trabajado”.
La excavación es dirigida por la arqueóloga Arely Maldonado Luna y se realiza en áreas cercanas a la avenida Ricardo Flores Magón, donde hace seis décadas se encontró un “templo-basamento rectangular con escalinata al poniente, similar al Altar-Tzompantli o Templo A”. El área de las excavaciones, que supera, por poco, el metro de profundidad, es la cima de dicho templo.