Arturo Herrera Gutiérrez

, secretario de Hacienda y Crédito Público , visitó el día de ayer una casa del siglo XVIII que está siendo restaurada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) desde hace 3 o 4 años, informó vía Twitter .

En este espacio se descubrió el Huei Tzompantli , una imagen que hace 500 años aterrorizó a los españoles al llegar a la capital prehispánica, en una ofrenda ceremonial mexica que consiste en una estructura de tezontle y estuco de aproximadamente 45 cm de alto y de 11 a 12 metros de ancho y cerca de 34 metros de largo. El hallazgo se dio en el año de 2015.

En el hilo de Twitter , el secretario declaró "Hacienda tenemos que asegurarnos de dotar de suficientes recursos a la preservación y protección del patrimonio cultural mexicano".

Visité uno de los edificios de #Hacienda en la calle de Guatemala y al regresar a Palacio Nacional, me encontré con una casa del siglo XVIII que está siendo restaurada por el @INAHmx.

En el proceso de restauración, hace más o menos 4 años, encontraron el Huei Tzompantli.

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— Arturo Herrera Gutiérrez (@ArturoHerrera_G) September 13, 2019

Manuel Gamio

fue el primero en identificar las evidencias del santuario mexica entre el 6 y el 16 de mayo de 1914. Un año antes, en 1913, supervisó la demolición de la casa que ocupaba la esquina de las calles de Seminario y de Santa Teresa o Guatemala .

Gamio

ya había realizado algunos hallazgos cerca de ese punto y advertía de la importancia de esa esquina por referencias de otros investigadores, se indica en un comunicado del INAH .

Como reportó EL UNIVERSAL en 2018, la única información que se tenía sobre esas prácticas es la descrita por los cronistas españoles, pero desde que en 2015 aparecieron en la calle de Guatemala las primeras pistas del Huei Tzompantli y una estructura circular asociada, arqueólogos del INAH consideran tener en los cráneos ahí recuperados las claves para descifrar ese ritual del que tanto se habla pero se conoce poco.

El análisis de los 179 cráneos que recuperaron en ese predio, donde alguna vez hubo comercios y una vecindad, les ha permitido ver, por ejemplo, que entre los sacrificados también había mujeres y niños, no solo hombres guerreros, como se creía. Dice el antropólogo físico Abel Badillo Guzmán , han trabajado en 98 de los cráneos, entre los que han identificado seis niños, unos 52 hombres y 33 mujeres. “Casi todos son jóvenes de 18 a 25 años, solo hay un caso que rebasa los 55 años”, añade su colega Jorge Gómez Valdés .

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