Abdulrazak Gurnah es el quinto Nobel de Literatura que tiene África, “un continente que se lee muy poco en España y que merecería tener mucho más público lector”, asegura Sonia Fernández Quincoces, autora del blog Literáfricas, especializado en el continente las letras africanas, y quien enfatiza que el Nobel es una gran oportunidad “de que la gente se acerque a la literatura de la mano de Gurnah y que luego continúe por esta senda y siga descubriendo muchos escritores y escritoras africanos que están esperando ser leídos”.
La española que es promotora de la literatura africana y colabora con Casa África, que tiene su sede en Las Palmas de Gran Canaria y es una plataforma política, económica, cultural y logística de España con África, dice en entrevista que Gurnah aunque se marchó muy joven de Zanzíbar “siempre, de una forma u otra, está en el germen de sus novelas, “él tuvo la necesidad de volver a su tierra para escribir y así fue como surgió quizás la que sea su novela más conocida que es Paraíso’”.
Incluso afirma que en conjunto la de Abdulrazak Gurnah es una obra narrativa de gran calidad, con muchas capas y que se lee muy bien, “el público lector en general disfrutará muchísimo. Animo a la gente a que lea a Gurnah y que siga leyendo estas literaturas del continente africano qué tanto tanto, tanto nos van a dar buenos ratos de lectura y conocimientos de lugares y personas que desconocemos por completo”.
Por su parte, Chema Caballero, editor de literatura africana en España y gran conocedor de la obra del Nobel, asegura que a él le gusta su escritura y los temas que aborda: la comunidad india migrada a África oriental, así como la llegada de los colonos blancos a la llamada África Oriental alemana.
“También me gusta que, a diferencia de otros autores, Gurnah no describe un periodo precolonial como un mundo idílico, describe que era un mundo que tenía sus leyes y funcionaba y que se arreglaba, y que la llegada de los alemanes altera todo ese mundo y crea mucha más violencia, pero ese mundo anterior a los alemanes también era en un mundo donde había mucho horror”, señala Caballero, colaborador de Casa África.
También aprecia que aborde el tema de la religión, del islam, que está muy presente en sus obras, y el tema de las discriminaciones, los indios piensan que los africanos son inferiores a ellos y los desprecian, y cuando llegan los alemanes piensan que los indios son inferiores a ellos y la población local, “vemos como cada grupo étnico se cree superior al resto y eso persiste”.