De los parlantes de la facultad de artes de la Universidad Distrital en Bogotá salían unas potentes voces anunciando algo.

- ¿Por qué un hombre escoge a una mujer trans?
- Porque nosotras somos mucho más que una mujer, somos más completas

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Así, la vanidad, la pluralidad y los múltiples colores le dieron inicio a ‘La noche y las luciérnagas’, una exposición drag, transformista y queer que llegó a su tercera edición en la conmemoración por los 50 años del Stonewall -las primeras protestas por parte de la comunidad LGBTQ en contra del abuso policial-.

Los pasillos de este lugar se convirtieron en una pasarela donde distintas personas con enormes tacones y brillos por todas partes hicieron de su cuerpo un lienzo. Habían algunos personajes con cachos, otros con medias de malla, algunos con plumas y otros vistiendo vestidos que dejaban ver sus firmes piernas . Pero eso sí, todos tenían algo en común: el glamour.

“Cuando le dices a alguien que hacer drag también es un arte la gente dice que no porque solamente le estás bailando a maricas y borrachos en una discoteca. Y no. Hacer esto requiere tiempo, creatividad, aprender a maquillarse, a confeccionar y andar en tacones. Todo esto es arte”, asegura Ukumari Kamikazy, una drag queen que afirma que el vello corporal no va en contra de la feminidad.

Ukumari hizo su entrada triunfante al Palacio de la Merced l uciendo una frondosa peluca naranja y una enorme bata dorada. Su maquillaje estaba cuidadosamente delineado a ras de una abundante barba oscura y su rostro lo decoraban numerosos brillos, dándole un aspecto delicado y salvaje al mismo tiempo.

El drag llegó a su vida como una salvación. “ Fui diagnosticado con VIH y en ese momento incluso pensé en quitarme la vida. Ahora, y va a sonar super feo de pronto lo que digo, para mí el VIH es lo mejor que me ha pasado porque me dio esa motivación de decir ‘tengo que empezar a hacer lo que yo quiera’ y siempre había querido ser drag y explorar mi feminidad”.

Agrega además que es “una enfermedad completamente social y no de síntomas. Yo me veo bien y sigo con mi vida común y corriente”.

Ese es uno de los motivos por los que encontró en el drag la oportunidad para comunicar tantas cosas y hacer resistencia en contra de la discriminación hacia la comunidad LGBTQ . “Este arte permite mostrar que no estamos solos por más maricones, femeninos, no binarios o género fluidos que seamos”, explica.

Antes de montarse en sus tacones y ponerse todo lo necesario para darle vida a su personaje, es Sebastián Silva, un joven licenciado en lenguas que hace su maestría en teatro y artes vivas en la Universidad Nacional. Con la combinación de sus pasiones lucha por hacer respetar los derechos de su comunidad.

Me habría gustado encontrar a mis 14 años una persona que me dijera ‘se puede ser gay, se puede explorar la feminidad y se puede hacer arte drag con barba’ . No la tuve y ahora yo puedo ser esa voz para los demás”, relata.

Por eso, en vez de salir como Sebastián a decir todo eso, prefiere hacerlo como Ukumari, para que así las personas se den cuenta de que todo lo que hace, lo hace por pasión.

Ukumari fue una de las personas que participó en ‘La noche y las luciérnagas’ con una propuesta artística que busca desmitificar y eliminar los estereotipos que giran en torno al drag.

En esta ocasión, este evento contó con baile, canto, acrobacias, discursos y una exposición fotográfica del maestro Hernando Toro Botero.

Como este año se cumplen 50 años de Stonewall, los organizadores decidieron hacerle un sentido homenaje a Sergio Urrego, el estudiante colombiano que en el 2014 se quitó la vida tras ser víctima, en recurrentes ocasiones, de homofobia.

Para ello, diferentes personas dieron sus discursos en contra de la discriminación, entre ellas Aurora Wonders, una reconocida drag queen mexicana. “Con mi mente inocente de niño de 11 años le pedía a Dios que me hiciera normal”, dijo refiriéndose a las múltiples veces que rogó para seguir la heteronorma.

Sin embargo, se dio cuenta de que no estaba enferma ni era anormal por ser como es y ahora pide que desde la misma comunidad se promulgue el respeto: “Cómo exigimos respeto cuando entre nosotros mismos decimos ‘sí me gusta que los gays adopten, pero que no sean locas y que no se vistan de mujer. Esos son discursos de odio disfrazados, pero no solo son una opinión, son discursos que matan y dividen familias. No podemos permitir eso”, comentó frente a los presentes.

Y es a través de las muestras artísticas que este evento, organizado por la Universidad Distrital, busca propugnar el respeto y no la tolerancia, pues aseguran que se tolera un dolor de muela, pero se exige el respeto hacia la diferencia.

“Nosotros estamos dando un precedente y estamos aportando un granito de arena para que nos aceptemos y nos queramos por ser diferentes. Creo que si Sergio estuviera atravesando esta época, donde somos un poco más abiertos a hablar de la sexualidad, se habría dado cuenta de que no estaba solo”, puntualiza Ukumari.

La exposición fotográfica se podrá ver hasta el 16 de julio en el Palacio de la Merced (Facultad de artes de la Universidad Distrital), calle 13 no. 14-69.

akc

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