Guanajuato. —“¡Tócala!, ¡bésala!, ¡abrázala!, ¡de lengüita!, ¡quiérela!”, recitó Mario Hernández Flores, promotor turístico voluntario, a 10 parejas que escenificaron la leyenda en el Callejón del Beso, en un par de horas.
“Ya se siente el sabor a Cervantino. De nuevo estamos en los ojos del mundo”, dijo.
En el arranque de la edición 49 del Festival Internacional Cervantino en formato híbrido, turistas, jóvenes y organizadores llenaron calles, plazas y restaurantes del Centro histórico, entre rondines del Ejército y corporaciones policiales.
“Hoy el ambiente es otro, alegre, no como el año pasado, que la ciudad se apagó”, dice Mario, quien añade que tiene lista la garganta, pues se espera una cifra alta de visitantes para “retratar” su amor en el Callejón del Beso.
Con atuendo de juglar, Jesús dice que volver al Cervantino presencial, a 365 días de que fuera virtual y de que pasó desapercibido para los prestadores de servicios, este año beneficia que la gente vienen a disfrutar los eventos o las exposiciones.
Lleva en las manos un block de boletos para las callejoneadas, que coloca entre los visitantes en la Plaza de la Paz y en el exterior del Palacio de los Poderes.
Por medidas sanitarias, sólo 60 personas podrán participar como máximo en los recorridos de la estudiantina. Los fines de semana realizan hasta cinco eventos, pero en esta temporada esperan duplicarlos.
Sin dejar de cepillar una botas confía en que se multiplique su trabajo gracias a los artistas, staff de los eventos, como la banda del estado, el ballet de la Universidad, y de personas que lucen sus galas en los espectáculos, luego de pasar por un año difícil por el coronavirus. En estas semanas espera doblar la cantidad de pares de calzado que limpia, por lo menos 20 al día.
Anuncios en los accesos a la capital y pendones en los postes dan las bienvenida a Cuba país invitado del Festival Internacional Cervantino, y a Coahuila como estado invitado, y conminan a recorrer las exposiciones Segar el Mar de Coahuila y Resistencia de Cuba, en el Museo Palacio de los Poderes, aunque en el primer día no hubo acceso al público, sólo para funcionarios del municipio y el estado y para los invitados especiales.
“Esta edición refleja también la solidaridad del ser humano ante las adversidades, la conciencia con nuestro entorno, la tristeza de las pérdidas, la dicha de seguir en pie y la enorme responsabilidad de construir un mejor futuro desde la cultura”, comenta.
Durante un recorrido por las calles del Centro histórico aparece Carlos Suárez, violinista cubano, quien menciona que ha sido maravillosa su experiencia por esta Ciudad Patrimonio de la Humanidad en la que participará con el grupo Van Van.