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Todo comenzó con una fotocopiadora. John Lindell trabajaba en un despacho de diseño de interiores y usó la fotocopiadora de la oficina para multiplicar el cartel en el que se lee el mensaje “Read my lips” y se muestran a parejas del mismo género besándose. Con este letrero iniciaron los actos de protesta del colectivo Gran Fury, que con el paso del tiempo se ganaron el título de ser “referente” en el arte activista sobre el VIH/SIDA. Ahora, estos carteles, junto con otras 76 creaciones, se exhiben en “Gran Fury. El arte no es suficiente”, en el Museo Universitario del Chopo.
El colectivo, conformado por Avram Finkelstein, Donald Moffett, John Lindell, Loring McAlpin, Mark Simpson (1950-1996), Marlene McCarty, Michael Nesline, Richard Elovich, Robert Vazquez-Pacheco y Tom Kalin, tomó nombre del modelo de auto que usaba la policía de Nueva York, el Plymouth Gran Fury. Se mantuvieron activos de 1988 a 1995 con el objetivo de hacer de conocimiento público que la epidemia de VIH/Sida que azotaba a Estados Unidos era un conflicto político y que las muertes eran causa de la indiferencia de las autoridades que no realizaron políticas públicas para evitar las muertes de miles de personas en un lapso de más de siete años.
La muestra, que proviene del Museo de Arte de Sao Paulo (MASP) y fue curada por André Mesquita, muestra impresiones de los carteles más icónicos del colectivo, que en su momento tapizaron calles y protestas en Nueva York o Chicago. Como por ejemplo el cartel “Kissing Doesn’t Kill”, que toma como referente el estilo publicitario de la marca Benetton, pero esta vez transmite el mensaje de que el acto de besarse no causaba la muerte por SIDA, sino la falta de acción del gobierno era el motivo. Este letrero se encontraba en autobuses.
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“Lo que es obvio ahora, no era obvio antes. En esa época el besar era para clarificar que era seguro”, comentó Loring McAlpin, uno de los integrantes del colectivo, con respecto a ese cartel, durante el recorrido de prensa.
También destaca el cartel en el que se lee “Con 42 mil muertos, el arte no es suficiente”, una de sus creaciones más populares. Ese póster surgió porque instituciones de arte reunían fondos para apoyar a personas afectadas y artistas hacían documentación sobre la epidemia, pero Gran Fury hizo el poster de Art Is Not Enough porque “no queríamos solo documentación, sino hacer un cambio. Ahora, la cifra de 42 mil muertos parece una cifra pequeña, comparada con la cifras reales de los muertos”, reflexionó McAlpin.
También se presenta la obra que tiene la imagen del papa Juan Pablo II y una crítica al rechazo de la iglesia católica al uso del condón. Esta pieza formó parte de la Bienal de Venecia de 1990 y causó revuelo entre los locales, donde las autoridades se escandalizaron y argumentaron que el SIDA era un problema de Estados Unidos. La pieza terminó llegando a las primeras planas de diarios italianos.
“Gran Fury. El arte no es suficiente” estará abierta hasta el 1 de diciembre.
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