La artista Gerda Gruber (Bratislava, 1940) crea un refugio en el Museo Experimental El Eco para su exposición “Das Nest”, que inaugura este sábado 18 de mayo.
En su carrera, Gruber ha explorado el concepto de refugio a través de esculturas de distintos materiales, como la cerámica, el barro, y más. De hecho, la alfarería mexicana fue la que la motivó a mudarse a México cuando acabó sus estudios en la Hochschule für angewandte Kunst, en Viena.
“El refugio es una cosa bastante común que está desde que el hombre existe. Va desde las cuevas, tipis y siempre en función de proteger de la naturaleza o la violencia del hombre. Mis padres se refugiaron en Austria durante la Segunda Guerra Mundial. Después de terminar mis estudios, emigré a México y sigo siendo una refugiada y una inmigrante”, dice en entrevista.
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Aunque su tema siempre ha sido el refugio, este tomó otro giro cuando se mudó de la Ciudad de México a Yucatán, donde encontró en la naturaleza otras formas de trabajar su tema:
“Me cree un oasis en el monte. Aquí me di cuenta que el único refugio para mí es la naturaleza. Entonces observé mucho las estructuras de las hojas, de las ramas para entender cómo se construye el mundo en sí y los humanos, que somos muy similares”. Por ejemplo, la artista señala que el primer refugio y nido es el útero, mientras que la semilla también es una cápsula que protege la vida que tiene dentro.
Para la exposición, Gerda Gruber tejió lo que estima son 10 mil metros de hilo durante tres meses para su instalación in-situ efímera, que dialoga con la arquitectura de Mathias Goeritz para El Eco. La artista primero trabajó en una maqueta a escala 1:25 para ver qué obra podía crear dentro del museo.
“Para mí es una escultura, no un museo clásico. Es un espacio que invita a experimentar y ese es el deber ser. Yo sentí que no debía traer mis esculturas, sino hacer una obra in-situ, que es un nido, un hábitat, un refugio. Aproveché todo el espacio que me surte su arquitectura”
A Gruber no le duele que, pese a todo el trabajo, se trate de una obra efímera: “para mí lo más importante es el proceso porque aprendo y quiero aprender para poder crecer. Para cuando se termine la exposición, ya pensé, voy a cortar todos los hilos, y formaré una bola de hilos y será otro objeto. No me molesta porque aprendí un mundo”
Al hablar sobre el refugio, la artista no puede evitar expresar su preocupación por el cambio climático. “Estamos en la última fase en la que tal vez podemos detenerlo (el calentamiento global) un poco”, afirma. Gruber dice que las condiciones climáticas de hoy en día han hecho que su concepto de “refugio” se vaya actualizando:
“Como dice la Bienal, todos somos extranjeros, cambiamos territorios por guerras, hambre, agua. Uno nunca se refugia por placer, bueno, rara vez, sólo cuando alguien tiene dinero”, reflexiona.
Además de la intervención in-situ, como parte de esta exposición, curada por Daniela Pérez, se presenta un documental de 18 minutos de duración de Juz Escalante titulado "Puño, palma pulso. Gerda Gruber", de 2023, así como dibujos, fotografías, anotaciones a partir de bitácoras y esculturas de la serie "Nido", 2022, para acercar al público al proceso de observación, investigación y creación de la artista.
“Das Nest” estará abierta hasta el 25 de agosto de 2024. La entrada es libre.