En Moscú, los escritores proponen volver al libro un “bien de primera necesidad”; en Berlín, los artistas exhiben arte en los balcones, y el mercado del arte se afianza en el mundo virtual. Esas y otras ideas surgen a diario para que la cultura no naufrague en medio de la pandemia del Covid-19.

Más de medio millar de escritores y editores rusos dirigieron ayer una carta al primer ministro ruso, Mijaíl Mishustin, para que catalogue los libros como un “bien de primera necesidad”, con el fin de salvar la industria editorial de la ruina durante la pandemia del coronavirus.

Alertan sobre el hecho de que “el cierre de las librerías —que distribuyen 70% de la producción editorial— paraliza prácticamente el trabajo de la industria del libro, desde escritores hasta editores y compañías poligráficas”.

La segunda demanda que le hacen al jefe del Ejecutivo es que la industria del libro sea una de las primeras en recibir ayuda estatal, ya que es una de las que más ha sufrido debido al Covid-19. La misiva ha sido firmado por escritores tan conocidos como Liudmila Ulítskaya o Zajár Prilepin, este último una figura muy cercana al Kremlin.

En su carta agregan finalmente: “Queremos que nuestro país siga enorgulleciéndose de nuevos Pushkin, Dostoyevski y Tolstói. Y por eso esperamos que nuestra voz sea escuchada”.

La galería en el balcón

En la ciudad de Berlín, con los museos y las galerías cerrados por la pandemia, medio centenar de artistas presentan sus obras en los balcones e invitan al público a un “paseo íntimo” para descubrir sus creaciones.

“Como nuestra libertad de desplazamiento está restringida, (los balcones) se han convertido en lugares únicos de actuación a diario o de movilización cívica”, explica el colectivo de artistas que montó este proyecto en el barrio bohemio de Prenzlauer Berg, que se encuentra al este de la capital.

Genio y cultura para sobrellevar el Covid-19
Genio y cultura para sobrellevar el Covid-19

En la ciudad de Berlín, donde el confinamiento no es tan estricto como en otras regiones de Alemania, paseantes y curiosos están invitados a levantar la vista para contemplar las obras: aquí una escalera de ramas de árboles, allí fotos en blanco y negro de gente en sus balcones en Atenas o Córdoba.

Una de las instalaciones presenta varios rollos de papel higiénico los cuales se desprenden de la fachada de un inmueble, ilustrando la precipitación de los alemanes para comprar este producto desde que llegó el nuevo coronavirus al continente. La manifestación, realizada “con cero presupuesto, sin inauguraciones y sin masas”, quiere ser un “paseo íntimo a la búsqueda de señales de vida y de arte”. A partir del lunes por la noche, los artistas guardarán sus obras allí donde tienen la costumbre de trabajar, generalmente apartados del mundanal ruido.

Subastas migran a Internet

Un mercado que no se detiene del todo es el del arte a través de subastas. Con salas de ventas cerradas y equipos confinados, las casas de subastas debieron acelerar su pasaje a las ventas en línea.

Ninguna venta física importante, en sala, está prevista antes de junio entre los grandes actores del sector. Hoy en día, las ventas en pantalla son las únicas posibles, y la casa Christie’s pasó de nueve a más de 20 ventas programadas en abril y mayo en línea, indicó Jennifer Zatorski, presidenta de Christie’s America.

Los escenarios, en caso de que no pueda haber subastas en junio en Nueva York, de acuerdo con Guillaume Cerutti, director general de Christie’s, son posponer de nuevo, hacerlas por Internet o programarlas en otro lugar. Ofrecer obras mayores únicamente en línea sería una revolución para los grandes rematadores, que consideraban hasta ahora las ventas digitales como un simple complemento de la oferta principal. Para las piezas de gran valor monetario, el sector se concentra por ahora en las ventas privadas.

Aniversario a puerta cerrada

El museo Metropolitan de Nueva York cumplió ayer 150 años de historia en plena pandemia por el Covid-19, que le obligó a cesar toda actividad cultural desde el 13 de marzo y a posponer su celebración, en principio, hasta el 2 y el 3 octubre.

Para paliar la falta de público y continuar en contacto con el exterior, desde su cierre el pasado 13 de marzo el Met ha diseñado actividades por Internet; #MetAnywhere, que es como se llama la iniciativa, incluye videos, tours de 360 grados, publicaciones, recursos educativos y otros contenidos como, por ejemplo, conversaciones con los curadores de las exhibiciones.

El Met pidió al Congreso de Estados Unidos a través de una carta abierta, firmada por sus ejecutivos, que incluya a los museos e instituciones culturales dentro del paquete de estímulos económicos de 2 billones de dólares que se ha preparado desde Washington para aliviar los efectos de la crisis desatada por el Covid-19.

El director ejecutivo del Met, Daniel Weiss, y el director, Max Hollein, dijeron que esperaban unas pérdidas de “al menos” 100 millones de dólares a consecuencia del Covid-19. 


*Con información de AFP y EFE 

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