En su reseña crítica para Confabulario, el escritor Vicente Alfonso concluyó que En agosto nos vemos “contiene valiosas lecciones sobre el arte de narrar y aporta nuevas claves sobre la particular visión del mundo que permitió a García Márquez forjar un monumental legado periodístico y literario”; en The Guardian, la crítica Lucy Hughes-Hallett calificó a la novela inédita de Gabriel García Márquez como un boceto, “un recuerdo descolorido, desgastado pero atesorable”, con pequeños errores de continuidad, “la estructura es desgarbada. Más importante aún, la prisa es a menudo sorprendentemente banal y su sintaxis imprecisa”; en tanto que en El País, Nadal Suau lo definió como un libro “pequeño, leve, legítimo”, una obra con virtudes, pero “sus verdaderas dimensiones son chiquitas”.
En agosto nos vemos, la novela inédita de Gabriel García Márquez, se publicó en más de 20 lenguas y en más de 20 países, de manera simultánea, el pasado 6 de marzo. A poco más de un mes del lanzamiento, esta novela se ubica en los primeros lugares de las listas de los libros de ficción más vendidos, tiene reseñas de los lectores con calificaciones de más de cuatro estrellas, y entre los críticos ha tenido una recepción ambivalente, o tiene apreciaciones muy positivas o calificaciones muy severas.
En el marco del décimo aniversario de su muerte del Nobel, que se cumple justo hoy, Gustavo Arango, un gran “gabólogo” que alentó, con argumentos contundentes en las páginas de Confabulario en 2022, la necesaria publicación de En agosto nos vemos como cierre literario de Gabriel García Márquez, y Álvaro Santana-Acuña, el biógrafo de Cien años de soledad, la novela cumbre del escritor colombiano, coinciden en señalar que la salida de todas las obras posteriores a Cien años de soledad, vivieron una gran recepción crítica.
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“Realmente la recepción de En agosto nos vemos no ha estado alejada de lo que históricamente ha sido la recepción de las obras de García Márquez desde que publicó Cien años de soledad, es decir, en este momento todos los lectores de García Márquez miran la calidad de sus prosa en función de esta obra y siempre hay como dos bandos: están aquellos que consideran que ya es un escritor que no tiene nada más que aportar y están aquellos que se quedan maravillados con su obra. Entonces, en muchos sentidos, la recepción que ha recibido esta novela es muy es muy típica de la recepción que han tenido las otras obras de García Márquez”, asegura Santana-Acuña.
Para el escritor y periodista colombiano Gustavo Arango, ha habido fenómenos impresionantes en “Gabo”, más allá del gran cambio que trajo a su vida la publicación de Cien años de soledad, en 1967, “a partir de ese momento la aparición de sus nuevas obras siempre estuvo rodeada de una gran expectativa. Con El otoño del patriarca hubo mucha expectativa porque llevaba mucho tiempo escribiéndola. Recuerdo que Crónica de una muerte anunciada, en 1981, fue el primer libro latinoamericano que salió con un tiraje de más de un millón de ejemplares en su primera edición, es decir, tradicionalmente las obras de García Márquez han sido un fenómeno editorial y han estado rodeadas de una gran expectativa, por eso tal vez su última novela hasta este año Memorias de mis putas tristes, creó como una especie de anticlímax. Pienso que de sus novelas finales y de sus libros de los últimos años, fue el que menos estuvo a la altura de los expectativas, de manera que la aparición ahora de En agosto nos vemos, de algún modo reivindica y es un cierre mucho más digno para el conjunto de la obra de Gabriel García Márquez”, argumenta Arango.
Sin embargo, la recepción habitual de la obra de García Márquez, la aparición de En agosto nos vemos es única y singular, tal como la recepción crítica que ha tenido. Cuenta Gustavo Arango que nunca, en ninguno de esos casos, las obras de García Márquez habían salido simultáneamente en varios idiomas. “En realidad, primero aparecía la edición en español y a los meses o a los años aparecían las traducciones, pero el caso de la aparición simultánea de la novela en tantos idiomas no es solamente algo sin precedentes en el caso de García Márquez, sino que es algo sin precedentes en la historia de la industria editorial”.
De ahí que a poco más de un mes del lanzamiento mundial de En agosto nos vemos, que incluye cuatro páginas facsimilares del manuscrito original con correcciones de “Gabo” de su puño y letra, además de un prólogo de Gonzalo y Rodrigo García Barcha, explicando las razones de por qué tomaron la decisión de publicar la novela contraviniendo la decisión de su padre que los mandó destruirla, y nota del editor, Cristóbal Pera, la novela, sea por el impacto editorial o el acontecimiento literario, es muy significativo ver todo lo que ha ocurrido con En agosto nos vemos, desde el pasado 6 de marzo.
“He sido testigo de la recepción crítica, me parece que era de esperar que algunas personas criticaran la decisión, que se le atribuyera a un interés económico de la familia o que dijeron que mejor debió quedarse sin publicar, pero pienso que parte de esa crítica pierde un poco el punto de lo que significa la publicación de esta novela”, señala Gustavo Arango, quien asegura que para él es más significativo lo que ha sabido de lectores comunes, “que agradezcan haber tenido acceso a esta novela que solamente estaba disponible para investigadores en el archivo de Texas, pero que al publicarla ahora está en manos de todos”.
Álvaro Santana- Acuña, quien ya está por concluir la traducción al español de Ascent to glory. How one hundred years of solitude became a global classic (Ascenso a la gloria. Cómo Cien años de soledad se convirtió en un clásico global), que revela la génesis de esta obra monumental del Premio Nobel de Literatura, asegura que la recepción crítica ha sido desigual, pero la recepción entre los lectores ha sido extraordinaria, en plataformas de comercio de libro y librerías ocupa los primeros lugares en ventas y tiene en general más de cuatro estrellas de calificación, además de que en varios países, tanto de habla hispana, como de otras regiones lenguas, como es el caso de la India y China, los tirajes con los que salió En agosto nos vemos, se han agotado y ya van varias ediciones.
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Grupo Planeta, en su sello Diana —donde están todas las obras de García Márquez— reporta hasta esta semana que de los 50 mil ejemplares tirados en México, han vendido ya 35 mil.
“Así que ver la novela en manos de muchas personas, ver el despliegue editorial que ha sido, verla publicada en diferentes idiomas, algo que ni el mismo García Márquez llegó a experimentar en vida con la salida de una de sus novelas simultáneamente en más de 20 idiomas, es todo un suceso”, afirma Arango, quien apunta que para él lo más importante es ese encuentro íntimo y personal de García Márquez con muchos lectores que en otras condiciones no habrían tenido la oportunidad de leerlo.
Santana-Acuña se remite también a las reseñas y calificaciones que le dan los lectores que ubican a la novela en las listas de los libros más vendidos y también con reseñas en todas partes, “en los principales diarios, no solamente de Latinoamérica y de España, sino aquí en los Estados Unidos, por ejemplo, ya han salido reseñas en New York Times, en los grandes periódicos, y aunque no todas son favorables, pienso que el mismo García Márquez que es una persona que estaba habituada a que nunca la recepción de sus obras fuera unánime en cuanto a la aceptación y el elogio, él sabía que siempre hay la libertad y prerrogativa de cada lector es aceptar o no la obra que se le ofrece”, afirma.
Santana-Acuña, quien fue el primer investigador becado por el Harry Ransom Center para revisar el archivo personal de Gabriel García Márquez, adquirido por la Universidad de Austin en 2015, pide a los mexicanos no olvidar que esta fue la última novela que escribió García Márquez y la escribió en México. “Creo que es bonito recordar ese detalle, es reiterar la relación tan estrecha que tuvo García Márquez con México, el país en donde hizo su casa, gran parte de su familia y donde él acabó su obra”.