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Las librerías se sumaron este viernes a la lista de comercios considerados esenciales en Francia , por lo que podrán permanecer abiertas en caso de confinamiento por coronavirus , según un decreto publicado en el Diario Oficial.
Mientras las ciudades de Niza (sureste) y Dunkerque (norte) se disponen a pasar un primer fin de semana confinadas por el deterioro de la situación epidemiológica, las librerías podrán abrir entre las seis y 18 horas, precisa el decreto.
La ministra de Cultura, Roselyne Bachelot, se felicitó de la decisión del gobierno y defendió en declaraciones a la AFP que "las librerías son comercios esenciales, [algo que] nunca se cuestionó".
Una batalla ganada
Durante el confinamiento nacional en noviembre, los libreros podían vender únicamente las obras que los clientes habían reservado a distancia y que se acercaban a recoger a la puerta del comercio.
Pero estas tiendas no podían recibir clientes en su interior, ya que no estaban consideradas como esenciales, una medida criticada por libreros, escritores y editores.
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Las autoridades les dieron también un incentivo al asegurar que los ingresos que consiguieran mediante ese dispositivo no les reducirían las ayudas públicas a las que podían optar por el cierre administrativo.
El Gobierno francés prohibió en octubre la venta de libros en los supermercados y grandes superficies de ocio durante el confinamiento.
La decisión responde a una reivindicación de los libreros, obligados a cerrar la persiana mientras estos gigantes de la distribución podían mantenerlas abiertas.
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Los supermercados, donde se venden productos de primera necesidad, no cerraron y muchos de ellos incluyen una sección de libros, al igual que las grandes superficies de ocio, autorizadas a abrir porque también ofertan productos de informática y oficina, esenciales para el teletrabajo.
Los libreros, que consideraban que había una competencia desleal.
fjb