A la Feria Internacional del Libro de Guadalajara le llega el Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades 2020 —junto con el Hay Festival of Literature & Arts— en medio de la incertidumbre que aún tiene sobre cómo será su edición 34, que habrá de realizarse del 28 de noviembre al 6 de diciembre, y que tiene como invitado de Honor a Sharjah.

Aunque asumen que será una feria distinta, no sólo porque deberá contar con todos los protocolos de seguridad en medio de la nueva normalidad por la pandemia de Covid-19 y habrá de hacer varios ajustes estructurales y organizativos, como contar al menos con otra sede además de Expo Guadalajara, los organizadores no reconocen aún que habrá una afectación por la crisis económica derivada de la pandemia

Se han marcado un límite: el 30 de junio, que es el plazo de tiempo que ampliaron para que los editores hagan su registro y los pago o adelantos para apartar los espacios para la exhibición y venta de libros; sólo entonces será cuando comiencen a delinear el rostro y la personalidad que tendrá esta feria que ayer fue reconocida con el Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades 2020 por contribuir “decisivamente a fortalecer las industrias culturales y a hacerlas sostenibles”, según al Acta del Jurado.

Las felicitaciones y albricias de escritores, instituciones, editores y demás gente de la industria del libro y la cultura llegaron pronto a las redes sociales, pues es grande el reconocimiento a una feria que en 2019 tuvo 828 mil 266 asistentes, invitados de 48 países, 2 mil 417 editoriales participantes, 18 mil 906 profesionales del libro, 287 agentes literarios y 131 empresas presentes en el Salón de Derechos.

Marisol Schulz, directora general de la FIL, dijo a EL UNIVERSAL que hasta ahora han dejado que las cosas transcurran; “sabíamos que todo abril, mayo y lo que queda de junio eran meses en los que nosotros no podíamos tratar de sacar información porque era completamente fuera de toda sensatez cuando la gente estaba en otras circunstancias, y por eso dimos el plazo de 30 de junio para saber qué va a pasar con la FIL en términos de cuántos editores vienen, de cómo van a estar distribuidos. Hasta ahora no tengo esa información”.

Los editores le pidieron ampliar el plazo para el pago y determinaron que sea el 30 de junio, entonces sabrán qué editores acudirán, pero también en qué condiciones acudirán. También le pidieron ajustar los costos de compra de espacios, pero la FIL no les ha dado respuesta.

Juan Arzoz, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (Caniem), aseguró en entrevista que hay una excelente relación con la Feria, que están en constante comunicación con el Comité organizador de la FIL, con Marisol Schulz, que saben que están haciendo grandes trabajos para llevar a buen término la feria, pero que aún no determinan varias cosas.

“Estamos también en la labor de apoyar a la FIL, la FIL es la FIL, pero por los editores; sin los editores la FIL no existe. Vamos a ver cómo la vamos a apoyar, estamos esperando, estamos viendo, sabemos que no sería una FIL igual, sería diferente, tal vez en otras áreas, puede ser que tenga otra sede además de Expo Guadalajara, eso están haciendo en Alemania, pero no sé aquí, la gente de la FIL está trabajando mucho pero todavía no tiene muy claro cómo va a ser la feria”, dijo Arzoz.

Hasta donde sabe y puede entender es que “serán stands más chicos, pasillos más grandes, reducción de visitas escolares, entre una plática y otra deberá haber una hora por lo menos para sanitizar el lugar, venta de boletos por Internet, control de temperatura a la entrada, geles por todos lados, no habrá alfombras porque guardan muchos microbios”, afirmó.

Marisol Schulz dijo que por lo pronto están viendo distintos escenarios en los que va ocurrir la FIL, “muy probablemente va a ser una feria híbrida, habrá actividades presenciales y actividades que serán virtuales o por streaming, es una dinámica en el mundo que a lo mejor se queda. Esas son las variables con las que estamos jugando. No tenemos el número de expositores; sí, nos han confirmado muchos, es decir, no hemos tenido grandes cancelaciones, pero todavía no tenemos un plano aproximado de cómo va a ser la FIL este año; por todo eso es muy complicado y certero sobre cómo estará la Feria”.

Aun con los distintos escenarios que plantean tienen asuntos muy claros: van a tener que modificar los protocolos, están considerando medidas de control sanitario, que haya formas de sanitizar los ambientes, están valorando cómo serán muchos espacios y actividades donde pudiera haber un riesgo de contagio, “pero no lo tenemos definido, lo iremos definiendo poco a poco”, afirmó.

Incluso sobre la otra sede dijo que la están contemplando y que podría ser para el programa cultural, “lo que está claro es que este año, en particular, la sana distancia nos marcará un número de asistentes que no podrá ser el del año pasado. Lo que podemos adelantar es que va haber un control de públicos y probablemente diversificar por sedes”.

Schulz agregó que incluso no han tenido ningún anuncio de cancelación de apoyos y que ningún patrocinador les ha llamado para retirar sus colaboraciones, pero eso no le preocupa, pues la Feria Internacional del Libro es una empresa con recursos autogenerados.

Raúl Padilla, presidente del comité organizador de la feria literaria más importante del mundo junto con la de Fráncfort (Alemania), como señaló la Fundación Princesa de Asturias, aseguró que la edición 34 va y espera hacerlo con la misma cantidad de autores invitados y esperando recibir a la misma cantidad de asistentes.

“Creemos, sensatamente lo decimos, que esta próxima edición va a tener un carácter híbrido, en términos de quizás por algunas limitaciones que tengamos, tendremos que ampliar la programación a espectros vía streaming, con videoconferencias, pero por supuesto nuestra programación se basará en la asistencia, presencia de grandes escritores y pensadores, y que en principio no pensamos limitar su número”, aseguró Padilla durante una conferencia de prensa celebrada en el Paraninfo de la Universidad de Guadalajara.

El gestor cultural aseguró que aun en los escenarios más pesimistas van a tener suficientes condiciones para hacer una gran feria. Luego de agradecer el Premio Princesa de Asturias, que dijo es un “un reconocimiento a la lengua castellana y un homenaje al libro y a sus poderes de cambio”, Raúl Padilla señaló que en la FIL Guadalajara se darán cita escritores, pensadores, editores, libreros y lectores.

Dijo además que interpretan el Premio Princesa de Asturias —que está dotado con una escultura de Joan Miró, diploma, insignia y 50 mil euros— como recordatorio del valor social de la educación y de la ciencia, “como una confirmación de que solo ampliando las oportunidades educativas, invirtiendo más en ciencia, redefiniendo nuestros valores sociales podremos tener esperanzas no sólo de evitar una nueva pandemia sino de construir una sociedad más justa, igualitaria y solidaria”.

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