Hizo falta un para darle la razón a Einstein. Su teoría de la relatividad logró confirmarse justamente tras un evento de este tipo durante el siglo XX. El científico estaba obsesionado con el estudio de la luz, su velocidad y su impacto en los objetos. El doctor Alejandro Farah, investigador del Instituto de Astronomía de la UNAM, señala al respecto que “la teoría de la relatividad dice que el camino que sigue la luz se deforma a través del espacio-tiempo y cuando hay una masa concentrada, como la del Sol, la luz que pasa cerca cambia su dirección. Entonces, se preveía que durante uno de los eclipses del siglo pasado se podría ver esa luz que cambia su trayectoria al pasar muy cerca del Sol”.

Farah señala que así se calculó la posición de una estrella lejana detrás del Sol y cuando la luz pasó por el astro, la posición de la estrella, efectivamente, cambió. Así fue como se verificó la teoría de la relatividad. “Sus colegas pensaban que esto no se podría lograr, pero así se dio una de las corroboraciones más importantes de la historia de la física”, afirma sobre la predicción confirmada el 29 de mayo de 1919 por una expedición británica enviada a observar un eclipse solar total en una isla situada junto a la costa africana.