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La Feria del Libro de Fráncfort vuelve este año a cierto grado de normalidad, con España como invitada de honor en una edición marcada tanto por la guerra de Ucrania como por otras crisis.
Los responsables de la Feria subrayaron, en la conferencia de prensa inaugural, el carácter de la misma como foro político y cultural pero también aprovecharon para subrayar las dificultades que atraviesa el sector editorial y pedir ayuda.
El invitado literario fue el escritor pakistaní Moshin Hamid, que pronunció un discurso en el que contaba cómo durante mucho tiempo tuvo una visión optimista ante el mundo que empezó a romperse a partir de cierto momento y que, según ha constatado, es difícil transmitir a gente joven.
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"Les hemos robado con deudas que ellos tendrán que pagar, les hemos destrozado el planeta", dijo.
El final del discurso de Hamid dejaba una luz de optimismo en la medida en que hablaba de que podía venir una nueva era de la cooperación pero advertía que, mientras ello llega, viviremos tiempos peligrosos en que cada quien tratará de salvar para sí lo que pueda en momentos en que como humanidad tenemos poder para hacer mucho daño.
La Feria como foro político
Mientras tanto, el director de la Feria, Jürgen Boos, subrayó la importancia de que en medio de las crisis del mundo exista un foro como la Feria.
"Es importante que haya un lugar en donde durante una semana todo el mundo hable de libros. Un lugar que sea un foro de discusión en que la gente busca formarse una opinión y no sencillamente tener razón. Una alternativa al mundo de las burbujas que se hacen eco siempre de las mismas posiciones", dijo Boos.
La presidenta de la Asociación de Libreros Alemanes, Katrin Schmidt-Friedrich, empezó recordando la edición de la Feria de 2019, cuando ella tomó el relevo en el cargo de su predecesor, Heinrich Riethenmuller.
"Acababa de realizarse la Feria de Fráncfort con la edición más exitosa de todos los tiempos con 300.000 visitantes. Yo empecé después a tomar notas para prepararme para mi primera Feria en el cargo. Lo que vino fue la pandemia", dijo.
Después vinieron dos años en los que la Feria solo pudo realizarse en formato reducido, en 2020, y en formato híbrido, en 2021, y ahora viene el regreso a la normalidad que se ha visto ensombrecido por la guerra de Ucrania y todo lo que ello implica.
Schmidt-Friedrich, lo mismo que posteriormente el director de la Feria, señalaron que Ucrania es un tema que actualmente absorbe buena parte de la atención por razones de peso pero eso no debe hacer que se pierdan de vista otras crisis en el mundo.
"No podemos olvidar otras crisis, lo que pasa en Afganistán desde el regreso de los talibán al poder o la represión de las valientes protestas de las mujeres en Irán", dijo Schmidt-Friedrich.
Las crisis que sacuden al mundo también han afectado al sector editorial cuyos costos de producción en Alemania han aumentado en 50 por ciento. La facturación en las librerías físicas, desde el comienzo de la pandemia, ha caído un 8,7 por ciento.
"Muchas editoriales se concentran en autores superventas y ya no se atreven a apostar por nuevos nombres. Eso es grave porque necesitamos muchas voces. Sé además de muchas librerías que no saben cómo van a pasar el invierno", dijo.
Luego, en la ronda de preguntas, Boos sugirió una eliminación total del IVA para los libros como una forma de ayuda.
"Tenemos un IVA reducido y eso está bien. Pero no le haría daño a nadie si no tuviéramos ningún IVA", dijo.
Hamid, hacia al final de su discurso, presentó a la literatura como una forma de cooperación. "Un escritor no escribe nunca una novela, solo escribe media novela, la otra mitad se la tienen que imaginar los lectores", dijo.
"En ese sentido, la escritura y la lectura son formas de cooperación y nos pueden ayudar a aprender otra vez a cooperar justo ahora, cuando cada quien busca salvar para sí lo que pueda", agregó.
España y el pabellón de las cerezas
El regreso de España como invitada de honor, tras tres décadas, es la parte festiva de esa edición. El pabellón tiene una instalación, dedicado a una frase de Carmen Martín Gaite según la cual contar historias es como comer cerezas, se toma una y se viene pegada la siguiente.
En el centro de la instalación hay un cerezo. En el pabellón hay dos auditorios, rodeados de sábanas donde están impresos fragmentos de la gramática de Nebrija, donde habrá diversos actos durante toda la semana.
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