Luego de pertenecer al (SNI) por 19 años, , profesora de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, perdió su oportunidad de siquiera participar en la nueva convocatoria del SNI por fallas técnicas que presentó la , que creó el Consejo Nacional de Humanidades Ciencias, Tecnología e Innovación () y estrenó al mismo tiempo que se abrió la convocatoria.

Si bien María Elena Álvarez-Buylla, directora del Conahcyt, declaró que, con el lanzamiento de Rizoma, el Consejo se comprometía a “facilitar la postulación”, pero que en realidad resultó una situación “no agradable, cansada y tediosa” para Vázquez y otros 56 colegas –de acuerdo al censo que realizaron los propios investigadores afectados– cuyo proceso de aplicación no pudo concluirse por errores de diseño y caídas de la plataforma.

“Jamás había tenido dificultades (para aplicar al SNI) y siempre había tenido la asistencia del personal de Conahcyt ante cualquier dificultad para mandar la solicitud. Nos informaron que la plataforma iba a ser sencilla de interactuar y que el contenido de la plataforma anterior iba a migrar completamente, por lo que no habría dificultades”, dice Vázquez.

Lee también:

¿Cuáles fueron las fallas?

Entre los errores se señala que a varios no les apareció el botón de “Enviar” al momento de concluir de llenar los campos, el borrado de información, había fallas en campos de información como en el de número telefónico y eso impidió a varios hacer el envío, también se señaló la constante caída de la plataforma, por lo que era mejor llenar la aplicación a altas horas de la madrugada. Los afectados señalan que se acercaron al Conahcyt para pedir ayuda con los errores que marcaba la plataforma, pero que muchos no recibieron respuesta, mientras que otros sí fueron atendidos, pero una vez que acabó la convocatoria.

La profesora de la UAEH recuerda que cuando se les convocó para presentarles la plataforma Rizoma, no se les terminó de explicar su funcionamiento porque en esa ocasión se cayó el sistema. El quedar fuera del Conahcyt tendría un fuerte impacto para Vázquez, pues aplicaba para subir a SNI nivel II, pero si queda fuera, tendría que comenzar de cero porque perdería incluso su estatus de nivel I, explica.

Indiferencia

En un inicio, Araceli Ontiveros Vázquez, encargada de la dirección del SNI, dijo a unos pocos afectados que no se podía hacer nada al respecto, porque se trataban de tres investigadores, lo cual no revelaba que se tratara de una falla en Rizoma. Es por eso que los investigadores que no pudieron completar su proceso comenzaron a juntarse y enviaron una carta de inconformidad al Conahcyt y solicitaron que se volviera abrir la plataforma, para poder concluir el proceso. Como segunda respuesta, Ontiveros respondió por correo electrónico que se solicitó un reporte técnico para saber si hubo una falla generalizada en Rizoma. “En realidad no está dándonos la alternativa (de una solución)”, dice Vázquez.

Además de los errores de Rizoma y la vaga respuesta de la funcionaria de Conahcyt, Rosa Vázquez señala otros actos de indiferencia por parte de Conahcyt hacia los investigadores durante este proceso.

A lo largo de la convocatoria, del 29 de mayo al 16 de junio, varios investigadores expresaron sus quejas por las fallas que presentaba Rizoma. Incluso Conahcyt amplió cinco días más la convocatoria (hasta el 21 de junio), para compensar la situación. Sin embargo, Vázquez explica que no fue suficiente, pues durante años se daba un periodo entre mes y medio y dos meses para aplicar a la convocatoria.

“El periodo que dieron de 15 días es muy corto”, señala la investigadora especializada en polímeros, pues explica que los procesos como la expedición de constancias por parte de las instituciones, así como el nutrir el sitio con la información que de constancia de las trayectorias requieren tiempo. “Si vas a evaluar trayectoria, dame tiempo de meter mi información y que tu plataforma no me la esté borrando para que podamos ser evaluados dignamente”, dice.

Lee también:

Vázque señala que Conahcyt tampoco consideró la labor de los investigadores a la hora de lanzar la convocatoria. Antes el proceso comenzaba en noviembre y no en junio, temporada en la que la mayoría de los investigadores están en periodo de exámenes, por lo que se les dificultaba todavía más tratar de resolver los problemas a los que se enfrentaron con la plataforma de Rizoma. “Nosotros desempeñamos nuestras funciones que son administrativas, de investigación, de difusión, de extensión, de vinculación… No sólo somos investigadores, tenemos muchas otras actividades. Es adecuado que las autoridades entiendan esta situación”.

Vázquez señala que los investigadores viven tiempos de incertidumbre en el SNI, pues no saben en qué momento se realizará otro cambio de forma inesperada.

“Hay cambios que no esperamos. Siempre tenemos el estrés de qué va a pasar cuando se realice el siguiente cambio. Hay muchas situaciones que no tenemos claras. ¿De qué se trata? ¿De apoyarnos o de hacer que alguien llegue al momento de decir ‘no puedo más’?”, cuestiona Vázquez.

Suscríbete aquí para recibir directo en tu correo nuestras newsletters sobre noticias del día, opinión, y muchas opciones más

melc

Comentarios