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Un museo de Dacca
expone estos días los dibujos de medio centenar de niños rohinyás que huyeron a Bangladesh tras el estallido de violencia en Birmania (Myanmar) hace casi un año, pero, lejos del horror vivido, estas obras muestran los sueños y esperanzas de los menores.
"Se parece a nuestro pueblo, también tenemos un riachuelo y prados verdes a los lados", afirmó hoy a Efe Umme Habiba Tahsin, un niño de 11 años del distrito de Pabna, en el centro de Bangladesh, durante la visita a la exposición en el museo capitalino.
El autor del dibujo es el rohinyá Mohammed Rafique, que como otros 700 mil miembros de esta minoría musulmana, un 60 % de ellos menores, llegó a Bangladesh durante el éxodo iniciado el pasado 25 de agosto para huir de los ataques de las fuerzas de seguridad birmanas.
Según datos del Gobierno bangladeshí, 36 mil de esos niños perdieron al menos uno de sus padres durante la crisis, calificada por el Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU de "limpieza étnica de manual" con indicios de "genocidio".
Sin embargo, lo que predomina en los coloridos dibujos de los 45 niños que participan en la exposición son flores, pájaros y aldeas con casas rodeadas de ríos y prados, un reflejo de todo lo que dejaron atrás.
La muestra, que permanecerá abierta hasta el 28 de junio, está organizada por la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y el Club de Arte de Cox's Bazar , distrito del sureste de Bangladesh donde se ubican los campamentos rohinyás.
Las obras muestran los sueños y esperanzas de los menores. Foto: EFE
El presidente del Club de Arte de Cox's Bazar, Tanbir Sarwar, explicó a Efe que visitaron muchas áreas de los campamentos de refugiados, donde impartieron talleres a los niños para intentar que se desvanecieran, al menos por un rato, las pesadillas que vivieron.
"Les pedimos a los niños rohinyás que pintaran lo que quisieran. La mayoría de las niñas pintó flores, ríos, pájaros, que reflejan sus deseos y aspiraciones. Los niños pintaban las aldeas donde vivían. Nos dio la impresión de que soñaban con poder volver algún día a sus lugares de origen", dijo Sarwar.
El portavoz de ACNUR en Bangladesh Joseph Tripura señaló a Efe que lo que pretendían con la muestra es "informar a la gente sobre los rohinyás (...) destacando sobre todo su poder de adaptación, sus deseos".
Por ello, además de las obras más positivas de los menores, la exposición también cuenta con los trabajos de 40 pintores locales con una perspectiva más centrada en la crisis rohinyá, donde plasman los peligros del viaje en barca hasta Bangladesh, las interminables caminatas de las familias hacia la tierra prometida cargadas con sus pocas pertenencias o las matanzas en las aldeas birmanas.
La ONU y organizaciones defensoras de los derechos humanos han denunciado repetidas veces que existen pruebas claras sobre esos abusos en Birmania, que comenzaron cuando un ataque de un grupo insurgente rohinyá fue respondido con una campaña militar.
Médicos Sin Fronteras (MSF) aseguró en un informe difundido en diciembre que al menos 6.700 rohinyás, incluidos 730 niños menores de 5 años, habían sido asesinados en Birmania durante el primer mes de la crisis.
En la sala del museo donde se muestran las pinturas, también se ha levantado una de las tiendas de campaña empleadas por ACNUR para dar cobijo a los refugiados en Cox's Bazar .
"Había oído hablar de los rohinyás, pero no estaba muy segura de cuál era su problema. Hoy realmente pude aprender algo sobre ellos", dijo a Efe en la exposición Jamia Tun Naho, de 15 años, acompañada de sus familiares.
akc