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yanet.aguilar@eluniversal.com.mx
Fernando del Paso fue celebrado por muchas razones: por la grandeza de sus cuatro obras emblemáticas: José Trigo, Palinuro de México, Noticias del imperio y Linda 67; por la exigencia de su lenguaje; por la pureza de su palabra; por ser un hombre generoso, enciclopédico y enorme intelectual. Durante el homenaje que le rindió la Academia Mexicana de la Lengua (AML) a casi un año de su muerte, el día de ayer en el Palacio de Bellas Artes se proyectó el video de una conversación entre Adolfo Castañón y Del Paso a propósito de su libro Bajo la sombra de la historia.
En esa entrevista se ve a un elegante Fernando del Paso señalar: “Yo no he sido un orientalista con vocación, de esos que a los 25 años ya publican en revistas especializadas, y luego dos o tres libros y luego ya, al final de su vida, pues su obra máxima. Yo empecé con eso a los 68 años de edad, entonces yo me vi obligado, para decirlo en mexicano, a no fusilarme nada, doy la referencia de todas las fuentes de donde retomé y por eso mi libro está lleno de citas”, dijo al hablar de Bajo la sombra de la historia: ensayos sobre el Islam y el judaísmo.
En el homenaje, al que acudió Paulina del Paso, Adolfo Castañón, dijo que Del Paso era amigo, arquitecto, urbanista, enciclopédico, goloso; un escritor que está siempre marcado por una voluntad de medir y de medirse con la historia y a veces con los historiadores; celebró su obra periodística “que recorre su tiempo, su mundo y que está comprometida tanto con la historia contemporánea, con la moda y con la violencia, con el tema del terrorismo”.
Gonzalo Celorio, director de la AMLm aseguró que independientemente de que se ubique o no en la nómina de las afamadas novelas que representaron el boom de la literatura latinoamericana, José Trigo, la primera novela de Del Paso “es una obra que participa a carta cabal del auge de nuestra novelística, que amplía el acervo de nuestro patrimonio literario y coincide con el proceso de renovación de nuestras letras” y es que, dijo, la contribución más notable de Fernando del Paso con José Trigo a las letras mexicanas es el lenguaje, que desempeña el papel protagónico de la novela.
Por su parte, Vicente Quirarte celebró el virtuosismo y las exigencias verbales de Fernando del Paso; su lenguaje depurado y su honestidad. “No había una página suya donde no ardiera la inteligencia”, dijo.
Protestan en medio del concierto. Como la noche del viernes, este domingo en el Teatro Principal de Bellas Artes, previo al Concierto de la Orquesta Sinfónica Nacional, que tenía como director invitado a Lior Shambadal, trabajadores protestaron “por el acto religioso, camuflado” que se llevó a cabo en el Palacio de Bellas Artes la noche del miércoles 15 de mayo. Con una pancarta, que ya habían presentado el viernes, expresaron su molestia y exigieron las renuncias de la secretaria de Cultura, Alejandra Frausto, y de la directora de Bellas Artes, Lucina Jiménez.