Bajo el título "La toma de decisiones en torno al grafiti y sus implicaciones en la materialidad del patrimonio cultural", Yareli Jáidar Benavides, investigadora del Instituto de Investigaciones Estéticas de la , echó a andar —en colaboración con la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural () y la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía (ENCRyM), ambas del Instituto Nacional de Antropología e Historia— un estudio cuyos principales objetivos son entender cómo se comportan y envejecen las pinturas con que están hechos los grafitis, qué cambios de color pueden sufrir con el paso del tiempo y cuál es la mejor manera de conservar o remover estas manifestaciones pictóricas que regularmente se dan en las grandes ciudades.

Hay varios tipos de grafitis: los arqueológicos, que se elaboraron mediante incisiones sobre aplanados y pisos en zonas arqueológicas; los históricos, que fueron realizados por personajes reconocidos, como la firma dejada por Désiré de Charnay en Palenque, o surgieron durante un momento o hecho histórico específico; las firmas, los tags, las bombas, las piezas…, que van dirigidos a un sector de la población en particular, son ilegales, tienen un carácter transgresor y aparecen en el espacio público; y el arte urbano y los murales (dentro de estos últimos están los ilegales, los que se pintan por encargo o comisión, y los que se hacen a partir de un permiso).

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“Unas veces se tiene interés en conservar ciertos grafitis, pero otras resulta necesario quitarlos. Así, además de comprender estas manifestaciones pictóricas, la idea es dar herramientas desde el punto de vista material para que se tomen decisiones, ya sea en uno u otro sentido”, dice la investigadora universitaria.

Cabe agregar que las pinturas de los grafitis tienen un gran poder cubriente en cualquier tipo de superficie, pueden aplicarse no sólo mediante una lata de aerosol, sino también con extintores, rodillos o brochas, y secan muy rápido.

LANCIC

En el Laboratorio Nacional de Ciencias para la Investigación y Conservación del Patrimonio Cultural (LANCIC) —en el cual participan investigadores de los institutos de Física, de Química y de Investigaciones Estéticas de la UNAM, así como del Instituto Nacional de investigaciones Nucleares y del Centro de Investigaciones en Corrosión de la Universidad Autónoma de Campeche—, Jáidar Benavides buscará caracterizar los materiales utilizados en diversos grafitis y analizar cómo se comportan y envejecen.

“Las pinturas de los grafitis contienen polímeros sintéticos que actúan como aglutinantes para que los colores se mantengan unidos y se adhieran a cualquier superficie; sin embargo, con las condiciones climáticas, la contaminación, etcétera, estos polímeros sintéticos pierden solubilidad y, por lo tanto, los colores se alteran. Asimismo, se debe tomar en cuenta que no es lo mismo que un grafiti se haya hecho sobre un aplanado de cemento que sobre la cantera, la chiluca o el tezontle de los edificios del Centro Histórico. La porosidad de estas superficies varía”, añade.

Acciones preventivas

Otra de las líneas de investigación que habrán de abordarse en este estudio está relacionada con las técnicas para remover grafitis y con los productos antigrafiti.

“Es fundamental comprender el origen, la motivación, el mensaje y el contexto en el que se hacen los grafitis, y no tomar ninguna decisión con respecto a ellos sin antes estudiarlos y registrarlos. A través de un proyecto colaborativo entre la CNCPC y la ENCRyM se ha mantenido contacto con la Unidad Graffiti de la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México y la autoridad del Centro Histórico.”

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De acuerdo con Yareli Jáidar Benavides, las técnicas para remover grafitis que se aplican sobre edificios que integran el patrimonio cultural del país muchas veces acaban dañando más los muros de estos edificios que los propios grafitis.

“Quiero analizar los principales sustratos presentes en los edificios del Centro Histórico, como la cantera, el tezontle y el cemento, y ver su comportamiento a la hora de remover un grafiti, es decir, qué tanta pintura permiten eliminar, qué tanto de su material se pierde, cómo es su apariencia final y qué costos implica todo esto.”

En cuanto a los productos antigrafiti —recubrimientos transparentes que al formar una capa de protección permiten limpiar con facilidad cualquier grafiti que se plasme sobre una superficie determinada—, modifican la textura y la apariencia de la piedra o de cualquier otro soporte en el que se halle un grafiti, esto es, la vuelven brillante, lo cual satura los colores originales y ocasiona una alteración visual.

“Por si fuera poco, si el edificio tiene problemas de humedad, estos productos favorecen la cristalización de sales en el interior de los sustratos, lo cual genera la disgregación y la inestabilidad de la piedra o de otro soporte en el que se haya pintado un grafiti… En todo caso, yo creo que la cuestión de los grafitis presentes en los edificios que integran el patrimonio cultural del país debería ser resuelta con acciones preventivas y no sólo con acciones reactivas”, indica la también restauradora de arte con un doctorado en Ciencia de Materiales aplicada a la conservación.

Jáidar Benavides también estudiará los sistemas de limpieza de grafitis puestos en práctica por diversas empresas especializadas, así como el comportamiento y el envejecimiento de los productos antigrafiti en los muros de edificios. Una vez concluido este estudio, se tiene planeado dar a conocer sus resultados por diferentes medios.

Finalmente, Jáidar Benavides señala: “Todos los grafitis tienen una intención: política, social, estética..., por lo cual es importante estudiar estas manifestaciones pictóricas desde una perspectiva material, cultural y artística.”

Yareli Jáidar Benavides 
Investigadora del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM
“Es fundamental comprender el origen, la motivación, el mensaje y el contexto en el que se hacen los grafitis, y no tomar ninguna decisión con respecto a ellos sin antes estudiarlos y registrarlos”

Seminario

Próximamente se inaugurará en el Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM un seminario interdisciplinario que tendrá como fin estudiar de manera integral el grafiti.

“El término grafiti aglutina distintas manifestaciones pictóricas con diversas connotaciones. En este seminario se estudiará cada una de ellas y se intentará dilucidar quiénes las hacen, por qué las hacen, qué mensajes transmiten, para quiénes van dirigidas y cómo es su estética”, apunta Jáidar Benavides.