Una acción como la iniciativa de integrar el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (INALI) al Instituto Nacional de Pueblos Indígenas (INPI), e incluso la posible desaparición del INALI, es para la diputada perredista Gabriela Sodi, presidenta de la Comisión de Atención a Grupos Vulnerables, una acción que “pondría en grave riesgo el patrimonio lingüístico de nuestro país”, porque además, agrega, “no encontramos justificación alguna para esta posible fusión”.
Ante la iniciativa propuesta por la Consejería Jurídica de la Presidencia, Sodi asegura que la iniciativa donde se propone la desaparición del INALI para que sea integrado al INPI no ha sido aún turnada “porque no se han dado los tiempos para recibirla, pues la Comisión Permanente reinicia sesiones el día 7”, sin embargo, en la Cámara de Diputados han escuchado, de manera constante, ya la propuesta hecha por la Consejería Jurídica del Ejecutivo sobre dicha fusión y “realmente nos preocupa”.
En entrevista, la diputada asegura que a pesar de haber sabido de la propuesta, la Consejería ni ninguna institución les ha presentado un diagnóstico sobre la situación del INALI, el INPI o la continuidad del trabajo a favor de las lenguas indígenas que se realizaría en esta probable fusión, lo que ha visto es la reducción de presupuesto, sobre todo para el Instituto Nacional de Pueblos Indígenas.
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“Dentro de las reservas que presentamos ante el presupuesto al que no se le movió ni una sola coma, era preocupante la reducción que sufriría el INPI, de casi la mitad de sus recursos, pues no le alcanzaría para ejercer sus funciones de obligatoriedad, más ahora que se intenta cargar una estructura extra a esta Institución como sería el integrarle la carga del descentralizado INALI”, señala Sodi.
La diputada afirma que además de observar la complejidad de orden administrativo y el diseño de las políticas públicas que no son concomitantes ni son compatibles para este sector, le preocupa que la labor de la preservación de las lenguas “desaparecerían de un plumazo o paralizarían la mayoría de las acciones por la dificultad de empalmarlas o fusionarlas. Son dos entidades (el INALI y el INPI) que tienen estructuras y comportamientos y objetivos completamente diversos”.
Además señala que la diversidad lingüística, el análisis, la investigación, la protección de registros, las políticas públicas y demás asuntos concomitantes de las lenguas indígenas y originarias sólo se dan en el INALI, y su desaparición prefigura un futuro de pérdida patrimonial, que se esfumaría irremediablemente al no tener el sustento económico y el andamiaje administrativo para su protección y custodia.
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La poeta zapoteca Irma Pineda, representante de los Pueblos Indígenas de México y América Latina y el Caribe ante el Foro Permanente sobre cuestiones indígenas de la ONU, quien es una de las más críticas ante tal iniciativa, insiste en que desde el gobierno de la 4T “nos mandan un pésimo mensaje político, porque justo cuando inicia el Decenio de las Lenguas Indígenas están desapareciendo el INALI”, dijo a EL UNIVERSAL.
El pasado lunes, la Secretaría de Cultura federal, donde está sectorizado el INALI desde 2017, emitió un comunicado en que señala que la Iniciativa con Proyecto de Decreto para fusionar el INALI al INPI surge en el marco del ajuste administrativo del gobierno de la República y con el fin de atender de manera integral las demandas de los pueblos indígenas, pues según ellos, “la infraestructura comunitaria con la que cuenta el INPI permitiría un mayor alcance e impacto de las acciones de estudio, institucionalización y salvaguarda de las lenguas Indígenas nacionales”.