El sistema académico de la UNAM tiene fisuras que permiten a los estudiantes burlar el aparato universitario. Algunas de estas fallas y omisiones fueron exhibidas por el escándalo de presunto plagio de la ministra Yasmín Esquivel, en diciembre de 2022. Aunque las autoridades se comprometieron a realizar acciones para afrontar y evitar irregularidades, los alumnos continúan aprovechando los vacíos de la institución.
La UNAM permitió bajar 13 tesis del catálogo digital TESIUNAM durante los primeros cinco meses de este año, donde se podía consultar públicamente los trabajos de los estudiantes: desde el título, año de publicación, grado, facultad, asesor y, por supuesto, la tesis completa. Además, en este mismo lapso, permitió que un egresado ocultara toda la información de su registro bibliográfico.
Los alumnos que solicitaron bajar y ocultar sus tesis pertenecen a distintas facultades, principalmente a la de Derecho y la de Estudios Superiores Aragón, en esta última fue donde la ministra Esquivel presentó su trabajo para obtener el grado de licenciatura, en 1987.
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También hay solicitudes provenientes de Filosofía, Arquitectura, Psicología, Contaduría, incluso de los posgrados de Ciencias Físicas y Especializaciones en Economía.
“Es muy sospechoso, en especial después de los casos de plagio. ¿Qué puedes ocultar y por qué te opones a que tu tesis sea revisada? Las tesis son el trabajo que te permiten culminar un ciclo académico. Las instituciones deberían tener la facultad para negarse a esta práctica porque son trabajos que tienen el aval de la institución, que pasaron por el escrutinio académico y que deben ser mostradas a la sociedad de forma transparente, además de que son instituciones públicas. Ojalá supiéramos quiénes son estas personas y qué las motivó”, señala la doctora Alma Maldonado, especialista en políticas de educación superior.
El 23 de enero, tras la revelación del plagio de la ministra, el rector Enrique Graue informó que emprenderían una serie de reformas con “la finalidad de corregir los vacíos legales” en la sanción y prevención del plagio. Puntualizó que realizarían un rastreo en la plataforma TESIUNAM para “determinar si existen más casos, conocer su dimensión y, de ser el caso, actuar en consecuencia”. Sin embargo, esto no ha sucedido.
Mientras, con sólo enviar una solicitud por correo y sin ninguna valoración de por medio, los estudiantes pueden bajar y ocultar sus tesis de la plataforma.
En los últimos siete años, la UNAM permitió bajar 91 trabajos y ocultar 7 registros bibliográficos de la plataforma TESIUNAM, según solicitudes de transparencia que obtuvo EL UNIVERSAL. Los años con mayor solicitudes fueron 2019 y 2021, ambos con 17 tesis.
En 15 de las 20 Facultades de la UNAM se han bajado y ocultado tesis desde 2017. Las de mayor índice son la Facultad de Ciencias Políticas, con 9 tesis; la Facultad de Derecho, con 8, y la Facultad de Filosofía y Letras, con 6. Pero este fenómeno no es ajeno a los Programas de Posgrado, en ese mismo lapso se registró que 26 programas, de distintas áreas del conocimiento, desde ciencias aplicadas hasta sociales, también han sido sujetos de esta práctica.
Transparencia y conocimiento
El catálogo de TESIUNAM fue creado en 1986, bajo la tutela de la Dirección General de Bibliotecas (DGBSDI), para almacenar los registros de tesis de los egresados en sus distintos grados académicos: licenciatura, posgrado, maestría o doctorado.
La recepción de tesis ha evolucionado, desde 2004 también se contempla el resguardo de otras modalidades: ensayos, informes académicos, trabajos audiovisuales o ampliación y profundización de conocimientos.
“Es la memoria histórica de los universitarios. Es una forma de preservar la información de lo que generan los alumnos; tenemos tesis desde el siglo XIX, son las más antiguas que hemos podido registrar, son parte de la historia de la Universidad y de todos los trabajos que se han realizado desde hace más de 100 años. Además, contribuye a la generación del conocimiento; una herramienta para ver el ‘estado del arte’ de lo que se ha hecho”, explica el maestro Ricardo Saavedra, jefe de la Coordinación de Tesis de la Subdirección de Servicios Bibliotecarios de la DGBSDI, sobre la importancia de TESIUNAM.
El catálogo contiene más de 390 mil registros, los primeros corresponden a la Facultad de Medicina, se tenían tesis impresas y en formato microfilm. Hasta ahora se ha digitalizado 98% del acervo. “Este proceso ha sido por más de 15 años, también hemos encontrado trabajos que son poco legibles, como el caso de las tesis hechas en papel cebolla; queremos solicitar a estos alumnos sus trabajos, en caso de que aún los tuvieran, para digitalizarlos”, cuenta Saavedra.
De acuerdo con el Capítulo IV del Reglamento General de Exámenes de la UNAM, como requisito para titularse, los alumnos deben entregar un copia íntegra de su trabajo de titulación a la Biblioteca Central. Sin embargo, hasta enero de 2023 ninguna de las tesis pasaron por programas de coincidencia, como Turnitin, para verificar la autenticidad de los textos.
Sin un proceso de evaluación y con tan sólo una solicitud vía correo electrónico, los alumnos pueden bajar y ocultar sus tesis. De acuerdo con el jefe de la Coordinación de Tesis esto es posible por sus derechos de autor: “Sí, nos han llegado solicitudes y quejas de que no autorizan la difusión de sus trabajos por Internet. De acuerdo a sus derechos, nosotros procedemos a hacer el retiro del catálogo, con la opción de poder consultarlo in situ en la Biblioteca Central. También hay un par de casos que apelan a retirar sus trabajos porque son patentes que se van a publicar”, señala.
“La transparencia siempre debe celebrarse, en especial cuando son instituciones públicas. Todas las tesis apoyadas con recursos públicos deben estar abiertas para que las personas puedan consultar la generación de conocimiento. Me parece fundamental que los servidores públicos, pero aún más quienes tienen responsabilidades como la ministra Esquivel, sean sujeto de escrutinio porque la transparencia es lo que nos va a permitir verificar si estas personas tienen la probidad y la ética para ocupar esos puestos. En la academia sucede algo similar, si soy profesor, deben ser públicos mis artículos y trabajos, deben estar sujetos a la revisión de todos”, detalla Maldonado.
En los últimos años, los escándalos por plagio de funcionarios públicos de la talla del expresidente Enrique Peña Nieto, en su tesis de licenciatura; el fiscal Alejandro Gertz Manero, en algunos libros que publicó y la ministra Yasmín Esquivel, también en licenciatura, han empujado a las Universidades a buscar protegerse ante estas irregularidades. Sin embargo, continúan existiendo omisiones.
“En 2017, cuando llegué a la Coordinación de Tesis, empecé a generar un expediente de este tipo de solicitudes. Tras los escándalos de plagio del pasado diciembre, cada vez que nos llega una solicitud de bajar una tesis la reportamos a las Facultades, directores y coordinadores académicos correspondientes para que tengan conocimiento de qué están haciendo los egresados”, cuenta Saavedra.
EL UNIVERSAL solicitó una entrevista con los coordinadores académicos de la Facultad de Derecho y de Estudios Superiores de Aragón para conocer si tienen algún parámetro o revisión tras la notificación de que sus egresados bajan las tesis, así como el proceso de publicación y seguimiento a los trabajos de titulación, pero las autoridades no accedieron a hablar.
Hace cinco meses, Graue aprobó que todas las tesis escritas, antes de pasar a sínodos y jurados, sean analizadas por programas de coincidencia de textos y que se había puesto a disposición 150 licencias para toda la Universidad. Pero se desconoce si esto ya se aplica, y cuándo comenzará el rastreo en TESIUNAM para identificar casos, como se prometió.
Los datos
Presentamos las respuestas a la solicitud de información. Destacamos los datos de 4 años, entre ellos, los que más peticiones presentaron. En 2023 hay 13 en sólo 5 meses.
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