En “Pussyboy”, la novela del escritor y psiquiatra francés Patrick Autréaux traducida al español por Hugo Alejandrez y que circula bajo el sello Canta Mares, hay la historia de unión sexual y amorosa de dos hombres en una época contemporánea en la que no dejan de estar presentes los prejuicios sociales y la acechanza de la religión; sin embargo, la búsqueda del autor va más allá, quiso explorar la intimidad sexual y ese resquicio que queda de lo salvaje, lo anárquico y de libertad.
“Mi intención no era escribir un libro homosexual. Se trataba de partir de mí mismo y de mi experiencia y bueno esa es mi experiencia, lo que yo quería describir realmente era la intimidad de los amantes que pocas veces se aborda de verdad en la literatura. Tal vez la palabra pueda sonar fuerte, pero la intimidad es un lugar anárquico, es un lugar antisocial porque este amor sexual vivido entre dos permite deshacerse de todas las condiciones externas que pesan sobre nosotros”, asegura Autréaux.
Una necesidad de contar apremiante cuando en el mundo contemporáneo aún prevalecen los prejuicios y las violencias homófobas.
“Aunque por una parte vemos que hay países que van adquiriendo más derechos con respecto a las diversidades, al mismo tiempo vemos cómo se exalta y se exacerba esta violencia homófoba; yo diría incluso que no es solo una violencia homófoba, es realmente una violencia contra el amor, contra la intimidad, contra lo imaginario; estos tres aspectos de nosotros están siendo atacados de manera permanente por esta manera de reificar lo humano”, asegura el también autor de “Se survivre”.
Dice que él al escribir sobre la intimidad es un poco una reacción ante toda esta situación y ante la manera en la que él mismo siente que la sociedad del mundo exterior se sitúa, y justo es en la literatura donde encuentra la posibilidad de hablar sobre estos lugares de intimidad, de los que poco se escribe en realidad.
“La verdad es que no puedo hacer literatura de otra manera, es lo único que puedo hacer porque respondo a una necesidad profunda, no podría escribir sobre otra cosa. Tengo claro que voy a seguir esta vía, en francés se habla de ZAD, de zonas por defender, estas zonas por defender se refieren a estos lugares salvajes y eso es un poco lo que quiero hacer, voy a seguir defendiendo estos lugares salvajes en mí, por eso hablo de lo antisocial y de lo anárquico”, señala Patrick Autréaux.
El autor de obras que exploran las relaciones entre medicina y literatura, agrega que lo que él buscaba y a lo que quería llegar al escribir este libro, era alcanzar ese lugar universal del encuentro entre dos personas a través de escenas eje, escenas íntimas que dan forma a un imaginario más que sexual, es un imaginario del cuerpo.
“Fui creando un mosaico que va siguiendo en realidad un hilo conductor que es el deseo, puedo decir que es un libro de un deseo muy profundo, de un deseo por el mundo; en mi primer libro hay mucho de eso, cuando salí de la enfermedad grave que viví tenía este gran deseo que se expresaba en la líbido, tenía que ver con mis parejas sexuales, pero también con el mundo, en ‘Pussyboy’ está esta sed de mundo”, afirma el narrador.
Cuenta además que tiene un proyecto autobiográfico que se publicará en varios volúmenes y que van a tratar la cuestión del duelo, del imaginario, de lo místico, de las amistades que se rompen, entre otros temas. “Seguiré haciendo esta lucha contra la reificación porque es restablecer para mí o seguir defendiendo esta libertad de lo imaginario y de la imaginación”, concluye.