Más Información
Diputadas celebran a emprendedoras; reconocen a la doctora Araceli Alonso, incluida en las 100 mujeres líderes
Yasmín Esquivel defiende la reforma judicial en Con los de Casa; alejado de la realidad pensar que es una venganza política, afirma
Elección judicial: Aspirantes a cargos comparten carta de motivos y hasta currículum; “Justicia no debe ser inaccesible”, afirman
Niño de 3 años toca “la campana de la victoria” por vencer al cáncer; recibió quimioterapias en el IMSS
Tres de cada 10 estudiantes es víctima de violencia en planteles; exigen reforzar medidas de seguridad
ssierra@eluniversal.com.mx
“¿Cómo se empieza una colección? Mirando, yendo a exposiciones, museos, galerías. El buen coleccionista tiene entrenado el ojo, compra lo que le emociona, compra algo con lo que quiere vivir”, expresó Carmen Reviriego en un diálogo con Leonardo Curzio: “Arte y mercado. La cuestión palpitante”, que se llevó a cabo la noche del jueves en el Club de Industriales.
Carmen Reviriego es socia fundadora de Callia, empresa que trabaja en España y Latinoamérica y que se dedica a la asesoría en arte desde una perspectiva artística y social, y es autora de libros como El laberinto del arte.
La inversión en arte, el mercado del arte, el mecenazgo, la filantropía, y en particular lo que está pasando en México y América Latina con estos temas, fueron parte de la conversación entre Reviriego y Curzio.
Reviriego expresó que con el arte se crea valor comprando bien y vendiendo muy bien, ejemplificó con el caso de un Sorolla que fue vendido en 2010 por 3.5 millones de euros, un precio que fue 200% superior al precio con que se vendió en los años 70.
En su presentación, recalcó lo importante que resulta tener una asesoría profesional al buscar comprar arte: “No es fácil acertar si lo haces tú solo por tu cuenta”, dijo a los asistentes y los llamó a “ir de la mano de un profesional”. Dijo además que “un buen coleccionista compra con el ojo, con el corazón y con la cartera”.
Presentó cifras del mercado del arte en los últimos años: éste asciende a 65 billones de dólares, y 44% de ese mercado está en Estados Unidos; 40% se lo dividen China e Inglaterra, y el porcentaje restante del mercado es para los demás países.
Curzio, periodista y analista político, colaborador de EL UNIVERSAL, preguntó a la presidenta de Fundación Callia e impulsora de los Premios Iberoamericanos de Mecenazgo, si el tema del mecenazgo es inmaduro todavía en América Latina: “Voy a decirte dos cosas, México es de los países de Iberoamérica que más talento exporta; lo vimos en la pasada Bienal de Venecia. En el tema de mecenazgo, todo Iberoamérica tiene en común que tiene mucho trabajo por hacer”.
Carmen Reviriego opinó que en nuestros países la cultura se ha asumido, tradicionalmente, como una cuestión de los Estados, pero que eso no puede ser porque el presupuesto de los Estados se va a pensiones, sanidad, seguridad social, y a la cultura le queda muy poco.
“Es necesario el apoyo de la sociedad civil para que el arte pueda funcionar, para que haya buenas exposiciones, para que haya buenos museos, para que los curadores de los museos puedan viajar y traer a México buenas exposiciones”, expresó Reviriego.
Reconoció que si bien hay enormes diferencias con el caso de los países anglosajones, hay también un problema cultural:
“El sentimiento que llamo la suerte de dar no lo tenemos los latinoamericanos, tenemos que trabajar en ello”.
¿Cuenta el régimen fiscal?, ¿hay incentivos que los Estados pueden dar y no están dando?, preguntó Leonardo Curzio, a lo que Carmen Reviriego destacó que México tiene lo que ningún otro país de Iberoamérica, el Centro Mexicano para la Filantropía —que fundó Manuel Arango, quien asistió a la conferencia—. Los avances que ha hecho México en el ámbito de la filantropía son ejemplares, dijo, y lo qué hay que hacer es seguir trabajando en ello.
“Las leyes que están por venir realmente serán efectivas cuando la sociedad cambie esa cultura”, sentenció.