En el INBAL se avecina la guerra de las prestaciones laborales
En el INBA hay un foco encendido que cada día se calienta más: los trabajadores operativos de confianza no han cobrado, desde enero, prestaciones laborales como estímulos económicos por años de servicio, por puntualidad, por asistencia mensual, entre otras cosas, porque, les dicen, todo eso está a revisión ante Hacienda y ante la Función Pública. Los trabajadores han tenido diversas reuniones con el director de Administración, Pedro Fuentes Burgos, quien les ha dicho que todas las nóminas se analizan desde la perspectiva de la Ley de Remuneraciones de Servidores Públicos. Nos dicen que los trabajadores están en la disposición de negociar, por ejemplo, “gastos superfluos” con los que, juran, ni siquiera están de acuerdo, como las fiestas por el Día de la Madre o por el Día del Niño, pero lo demás, como el ajuste salarial de hasta seis días al año, aseguran, deben ser inamovibles porque fueron otorgados y avalados conforme a la ley. El promedio de un trabajador, nos cuentan, anda entre los 6 y los 8 mil pesos mensuales, por lo que esas prestaciones son fundamentales para alcanzar un salario más digno. Si el INBA no les resuelve, nos aseguran, analizarán buscar “por la vía pacífica” una intermediación del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador. Lucina Jiménez, directora del INBA, dijo hace unas semanas a EL UNIVERSAL que con todos los trabajadores se estaba hablando “en plata” y que había voluntad para cambiar las cosas que se tuvieran que cambiar. ¿Qué pasó?
La explicación no pedida de la titular de Patrimonio Artístico del INBAL
El viejo refrán alerta que “explicación no pedida, acusación manifiesta”, y eso fue lo que sintieron quienes el pasado miércoles asistieron a la conferencia para presentar la obra de Pablo Vargas Lugo que representará a México en la 58 Bienal de Venecia. Nos cuentan que aunque nadie preguntó por el tema, la subdirectora general de Patrimonio Artístico Inmueble del Instituto Nacional de Bellas Artes, la arquitecta Dolores Martínez Orralde, insistió en que “desde luego”, que “de verdad”, que “siempre”, que “sí”, que México mantendrá su presencia y apoyo a los creadores en la Bienal de Venecia, en sus distintas ediciones de arquitectura y arte. Nos cuenta que cuando se hablaba del presupuesto —que fue de 12 millones— y de los apoyos recibidos, la funcionaria intervino: “Yo agregaría otra cosa, para todos, que de verdad crean que el proyecto de la Bienal de Venecia, de Arte y Arquitectura es un proyecto institucional que va a estar apoyado siempre, desde luego en esta administración se apuesta a eso también, a apoyar la cultura mexicana, a los creadores mexicanos, para que sean conocidos en los ámbitos internacionales. Siempre está la apuesta. La Bienal es un proyecto de equipo, colaborativo del Instituto y de los apoyos externos de carácter privado”. ¿A qué más le apuestan?, nos preguntan: ¿Será que alguien metió ruido?
