Mientras el INAH presume su “compromiso firme hacia la investigación, protección, conservación y difusión de la riqueza histórica, arqueológica, paleontológica, lingüística y antropológica de México”, sus propios trabajadores lo contradicen. El Sindicato Nacional de Restauradores del INAH publicó dos comunicados en sus redes sociales, en los que solicitan al Instituto que reaccione ante dos hechos puntuales: la quema que dañó los murales de El Tajín, y el hallazgo de una mujer muerta en la zona arqueológica de Teotihuacan. “Este hecho da cuenta del debilitamiento que ha sufrido nuestra institución, el INAH, cuyo personal ha venido disminuyendo debido a recortes sistemáticos”, se lee en el comunicado sobre el cuerpo encontrado en las inmediaciones de la Pirámide de la Luna. La postura celebratoria del INAH por sus logros en 2022 choca con las denuncias y reclamos de sus empleados, así como con estos hechos que se dieron en el mismo mes: diciembre. Parece que el INAH no tiene mucho qué celebrar, más bien mucho en lo cual ponerse a trabajar en 2023.

Burocracia vuelve a afectar a teatreros

Parece que en el gremio teatral hay gente que se siente cada vez más desanimada ante la convocatoria del Circuito Nacional de Artes Escénicas Chapultepec: Teatro y Espacios Independientes. La burocracia, el llenado de oficios y los trámites que se les exigen a quienes quieren participar son cada vez más difíciles y les recuerdan que, en términos generales, el teatro es un oficio que lleva rato siendo precarizado en México. No es ninguna novedad que las reglas absurdas que el Estado les exige a los artistas vuelven el quehacer teatral un oficio casi heroico. Y es que en este caso, el problema de fondo es, nos cuentan, es que al Helénico se le está pidiendo comprobar cada uno de los pesos que gasta y, aunque en el fondo el gremio sabe que hay buenas intenciones, esta estructura arrastra al Centro Cultural y a los teatreros.

El mea culpa de Esther Hernández

Parece que el espíritu navideño tocó el corazón de Esther Hernández Torres, directora de Vinculación Cultural de la Secretaría de Cultura, y quiso redimirse en redes sociales explicando el motivo por el que la Secretaría se tarda en pagar los salarios. Esta declaración llega días después de los reclamos de becarios del Sistema Nacional de Creadores, de la crisis de guardias de seguridad en el INBAL y de las protestas por el precario estado de sus escuelas, entre otras quejas por pagos atrasados. “Los pagos los procesa gente, no máquinas, y para hacerse dependemos de que haya recursos en las áreas, recurso que luego tarda en llegar”, escribió la funcionaria, quien agradeció a todas esas personas que trabajan procesando los pagos hasta la madrugada, sin Navidad y sin Año Nuevo. “Hay que visibilizarlo”, agregó… Una explicación que suena a un intento de aliviar la culpa pero visibiliza la explotación laboral dentro del gobierno… Escribanos al correo columnacrimenycastigo@gmail.com