“Tenemos que escuchar, saber leer y tener acceso a toda la información de un balance del sexenio. Esa es parte de la obligación del gobierno federal porque lo mandata la misma ley”, dijo en entrevista Eduardo Cruz Vázquez, coordinador del Grupo de Reflexión sobre Economía y Cultura (GRECU) y exagregado cultural de México en Chile y Colombia. En el caso del Proyecto Chapultepec, más allá de la conclusión de las obras, cuya entrega se prometió para el primer semestre del año, uno de los temas más relevantes es el traslado del patrimonio del Museo Dolores Olmedo, explicó el también académico, al complejo recreativo que representa dicho proyecto.
“¿A qué punto vamos a llegar el 30 de septiembre con el traslado, si, como han reportado ustedes y Adriana Malvido, se está contraviniendo, yendo en contra de la voluntad de Dolores Olmedo”.
Otro capítulo importante, señaló, lo pondrá el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), ya que las obras del Tren Maya obligaron a invertir en salvamento y rescates de todo el patrimonio: “Lo que habremos de esperar es una clara evaluación de las condiciones en las que se entregan todos estos trabajos de intervención patrimonial”.
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“Para mí, la clave es la rendición de cuentas. Hay un ejercicio presupuestal claramente definido y no sabemos si van a mocharle algo más por la falta de recursos para las grandes obras públicas”, dijo el experto.
Otro tema fundamental que debe tenerse en cuenta este año, continuó, es la reconstrucción de la infraestructura cultural de Acapulco tras el paso del huracán Otis, y el anuncio de un plan de trabajo que se aplicará en Guerrero.
“Hay que tener presente que es el primer sexenio en el que está operando una Secretaría de Estado dedicada a la Cultura; recordemos que se creó en 2015 y aunque este sexenio es un poco más corto por las reformas constitucionales, un primer punto relevante es la evaluación de una Secretaría que por primera vez en la historia funciona a lo largo de una administración pública. Me refiero a lo que se presentó como programa sectorial de Cultura”, precisó Cruz Vázquez y remarcó que, al menos, se puede mencionar una demanda y una obligación que deberá cumplir este año la secretaria de Cultura, Alejandra Frausto Guerrero: presentar la evaluación y balance de lo que se ofreció y lo que se cumplió. “Los indicadores que más influyeron dentro de este programa y contrastarlos con los distintos datos que ha arrojado la Cuenta Satélite de Cultura, para que al cierre de la administración se cuente con los datos duros del sector cultural desde el año 2019, lo cual no es ningún asunto menor”.
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“En la rendición de cuentas entran varios temas, como el de una subsecretaría que se dijo que iba a desaparecer y no desapareció, la anulación y la transferencia de la Dirección de Publicaciones al Fondo de Cultura Económica”.
Un pendiente que no puede omitirse y apunta a ser un tema transexenal es el patrimonio histórico y artístico de la Ciudad de México que tuvo daños en el sismo del 19 de septiembre de 2017. Habría que recordar que hace un año el 88 % de dicho patrimonio no había sido rehabilitado y 203 monumentos históricos tuvieron afectaciones hace casi siete años. En esta línea, hay que mencionar, por supuesto, que el año pasado el INAH asignó 542 millones de pesos para la rehabilitación de 161 inmuebles en Oaxaca, por lo que también será fundamental la rendición de cuentas por parte de la institución.
Entre los asuntos que atañen al INAH está la construcción de museos alrededor del Tren Maya; hace cuatro días, por ejemplo, se anunció que se harán ocho museos de sitio más en dicho trayecto. Por último, tras las elecciones quedarán los relevos para la Secretaría de Cultura, tanto federal como de la Ciudad de México (panorama que puede especularse a partir de los perfiles. Todos estos temas se enmarcan en la rendición de cuentas y el balance presupuestal que deberán entregar las respectivas dependencias.