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En pleno año electoral, Francisco Martín Moreno planeaba cerrar su trilogía sobre el México que ha dejado el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, del que resultaron dos novelas políticas tituladas: Ladrón de esperanzas y México roto. Pero el autor de novelas históricas quiso alejarse de la “toxicidad” política y decidió escribir su primera novela de ficción pura: Dime que no es cierto (Alfaguara). Se trata de una historia cargada de obsesiones, venganzas, celos y ante todo de un deseo por saber de qué se trata todo esto de vivir y para qué vivimos.
Moreno optó por contar la historia de un multimillonario que, en el hartazgo de la cotidianidad, sigue el consejo de un amigo y acude a consultar a una bruja, quien al leerle el tarot le dice: “mijito tu mujer te engaña con otro hombre”. Esa “revelación” vuelve loco a un hombre con poder económico, su vida da un vuelco y se convierte en un infierno de celos e inseguridad.
“Me metí en el mundo de los celos, en el de las pasiones. Hay una venganza verdaderamente terrible en la novela y entonces yo me preguntaba quién habita en mi interior. Yo no soy capaz, en la vida real, de hacer lo que hizo mi personaje central, ¿quién soy finalmente?”, asegura Francisco Martín Moreno.
Dice que luego de 26 novelas fundamentadas en la historia y la política mexicanas, quiso alejarse de la política y de la historia: “me aparté de la toxicidad política, abandoné por un momento la historia, aunque voy a volver, pues esa es mi vida”.
Pero el tema de las pasiones humanas en su nueva novela, no dista mucho de los libros políticos que ha trabajado: “Tengo ya 26 novelas y en muchas de ellas tuve que explorar todas las condiciones humanas, incluso los amoríos, por ejemplo, como en Arrebatos carnales. No entiendo por qué siempre tratamos de ocultar la vida íntima de los principales protagonistas de la historia de México, como si fueran seres sacralizados, santificados que viven allá arriba en una columna blanca de mármol impoluto”, cuestiona.
El fin de la trilogía sobre AMLO
Dime que no es cierto fue un respiro para Francisco Martín Moreno, pero sabe que tras las elecciones del 2 de junio recomenzará la tercera y última entrega de su trilogía que podría titularse Se los dije.
“No quiero ponerle ese título porque es tanto como concederle al Presidente que va a triunfar y que todo lo que era previsible en el orden del catastrofismo mexicano, pues se va a dar. Quiero esperar al 2 de junio y sobre todo ver cómo estamos el último día de diciembre. Quiero estar equivocado”, confiesa.
Francisco Martín Moreno asegura que hay muchas señales del rechazo popular e irritación a la candidata Claudia Sheinbaum: “Cuando ella dice: ‘conmigo está garantizada la continuidad’. Miles nos preguntamos ¿continuidad es que no haya medicamentos?, ¿ continuidad es que ya llevemos 180 mil homicidios dolosos y que no pase nada?, ¿continuidad es que ya vayan 110 mil desaparecidos?, ¿continuidad es que asesinen a 12 mujeres al día en este país?, ¿continuidad es la expansión del narco que ya tiene dominado el 60% del país?, ¿eso es a lo que tú me estás diciendo que es la continuidad?”
El escritor afirma que el de López Obrador es un gobierno que toma medidas suicidas, irracionales y que tiene un gran desprecio por la sociedad. Asegura que México ha tenido presidentes tiranos como Porfirio Díaz, que se quedó más de 30 años en el poder; presidentes asesinos como Victoriano Huerta que mandó a matar a Franciso I. Madero; presidentes intransigentes, como Venustiano Carranza; presidentes dictatoriales, como Álvaro Obregón; presidentes retrógradas, como Cárdenas, y presidentes frívolos como López Portillo, pero que nunca se había tenido en la historia de México un presidente “cruel”.
“López Obrador es el primer presidente cruel que tenemos, ni Santana; Santana puede ser un gran traidor, frívolo e irresponsable, pero no cruel. El hecho de que se hayan muerto casi un millón de mexicanos por la pandemia porque no lo supieron atender y que saliera el presidente con sus estampitas diciendo ‘detente, maldad, que Jesús está contigo’, y que la gente le creyera... Es un presidente cruel, porque no se duele de los homicidios”, apunta Moreno.
El autor asegura que su preocupación principal es que en las próximas elecciones los narcos o los Siervos de la Nación se dediquen a destruir el 20% de los distritos electorales violando las urnas o robándoselas, pues eso anularía la elección de acuerdo a la ley. Con eso, “no ganaría Xóchitl, pero tampoco ganaría Claudia, entonces el Presidente puede decir ¿a quién le entrego? Entraríamos en una crisis constitucional sin precedentes. Esa es mi principal preocupación”, revela.
Moreno señala que esta es la lección más crítica desde la de 1910, cuando Porfirio dijo que México ya estaba listo para la democracia, contó los votos y “ganó”.
“Eso quisiera decir también López Obrador, ‘quien cuenta los votos gana las elecciones’. Pues desde 1910 nunca habíamos tenido una elección tan complicada como la que vamos a tener en los próximos cuatro meses. Hace 114 años que no estaba tan comprometido el futuro de nuestro país”, concluye.