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La carta de suicidio de Raúl Padilla López que circula en redes sociales es auténtica, confirmó a EL UNIVERSAL una persona cercana al entorno del académico.
“Esta carta es la única que estaba ahí en el lugar y que él la dejó hacia el frente. Por ser parte de la escena, obviamente cuando llegaron las autoridades fue recogida junto con las demás cuestiones que debían recoger para efectos periciales”, informó la fuente que pidió no revelar su identidad.
En la misiva —dirigida a sus seres queridos, amigos y universitarios—, Padilla se reconoció como “enemigo” de “las máximas autoridades federales y estatales”; sin embargo, aclaró que esa no era la razón por la que se quitaba la vida, sino su padecimiento de Alzheimer.
“No es por ello que tomo la decisión, he pasado por iguales o peores circunstancias y las he enfrentado con entereza. Sucede que tengo mes y medio que me cercioro que padezco de Alzheimer y/o pérdida severa de memoria”, escribió el presidente de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, quien se quitó la vida el pasado 2 de abril.
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Raúl Padilla describe que la pérdida de memoria era cada vez más recurrente y que padecía “lapsus de hasta 10 minutos de pérdida de memoria”. Por esta razón, el exrector de la Universidad de Guadalajara ya no se consideraba “útil”, por lo que se disculpaba “por tomar esta decisión en una coyuntura difícil”, haciendo referencia a los conflictos que sostenía Padilla con el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, y el presidente Andrés Manuel López Obrador.
“Sirvo más lléndome (sic.). Perdón, perdón perdón", concluyó Raúl Padilla.
La fuente que confirmó la autenticidad de la carta también explicó que esa no fue la única misiva que dejó antes de fallecer, sino que entregó en sobre cartas a “sus hijos, a su pareja, a su hermano y a varios de quienes eran cercanos de él”.
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A continuación, el texto íntegro de la carta suicida de Raúl Padilla:
A todos mis seres queridos, amigos y universitarios, les pido una disculpa por tomar esta decisión en una coyuntura difícil.
Soy considerado “enemigo (sic.) por las máximas autoridades federales y estatales que están dispuestas a perpetrar cualquier patraña con tal de destruir a “sus enemigos”.
Más no es por ello que tomo la decisión, he pasado por iguales o peores circunstancias y las he enfrentado con entereza.
Sucede que tengo mes y medio que me cercioro que padezco de Alzheimer y/o pérdida severa de memoria.
Es cada vez más recurrente y en momentos tengo lapsus de hasta 10 minutos de pérdida de memoria. Cada vez me cuesta más trabajo disimularlo. Lo que según sé que es terrible, más asociado al estrés.
Ya no soy útil como en otras coyunturas.
Sirvo más lléndome (sic.).
Perdón, perdón perdón.
Raúl Padilla López
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asf/rcr