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Córdoba, Arg.- Joaquín Sabina se negó hasta el último minuto, pero le ganó la amistad con la cantante Adriana Varela , y se unió en una sola voz con cinco cantantes de tango para interpretar “Con la frente marchita” , su canción más argentina; entonces, al escuchar los primeros acordes de la orquesta tanguera, Sabina apareció en el escenario y cantó “Con agüita de un mar andaluz quise yo enamorarte/ Pero tú no tenías más amor que el de río de la plata”.
Ahí tocó el cielo Sabina e hizo tocar el cielo a los cientos de admiradores del cantautor español que se llenaron la noche del viernes el Teatro del Libertador para atestiguar el homenaje que le rindió Argentina, con tango, a través de un concierto titulado “A Joaquín Sabina, poeta de las ciudades”, en el que hubo poesía y música, donde fluyó la noche gracias a la amistad.
Sabina se sentía feliz, se veía feliz, no sólo cuando regaló varias estrofas de “Con la frente marchita” y se unió a la voz de su amiga, la cantante argentina Adriana Varela , que cuando ella cantó “Contigo” y le dijo a Sabina “no sé si la canto bien pero la siento” él le grito “La cantas como la diosa que eres”; también lo fue cuando leyó poesía.
Y es que el homenaje comenzó con Joaquín Sabina y Luis García Montero , director del Instituto Cervantes, en un frente a frente poético. Sentados ante una mesa, los dos poetas leyeron un texto hecho a cuatro manos, en rima, en donde hablaron de los encuentros entre Argentina y España, de los poetas amigos, de las historias compartidas, de la poesía.
Luego Sabina subió otra vez al escenario, ahora acompañado por su amigo el poeta Benjamín Prado , quien logró sacarle un “joder” cuando en el poema que Prado improvisó dijo “en la carta de amor que le mando Vargas Llosa a López Obrador ”. En esa intervención Joaquín Sabina regaló la lectura de “Con la frente marchita” que luego cantó con Carlos Habiague, Silvia Lallana, Marcelo Santos y Gustavo Visentin.
La noche fue de Sabina, cantó primero un poco tímido, luego se fue soltando hasta que levantó la voz para cantar “Aquellas banderas de la patria de la primavera/ A decirme que existe el olvido esta noche han venido/ Te sentaba tan bien esa boina calada al estilo del Che/ Buenos Aires es como contabas, hoy fui a pasear/ Y al llegar y me puse a gritar ¿dónde estás?”, y Sabina gritó: “¿dónde estás?”
Y al final abrazo a Adriana Varela . La cantante interpretó “Contigo”, “Una canción para Magdalena”, ambas de Sabina; y luego “Garganta con arena” de Cacho Castañeda, que es el tango que más le gusta a Joaquín Sabina; y Malena; esas piezas se habían sumado a un programa de tantos como “Sur”, “Volver”, “Mano a mano”, “Pasional” y “Yira, Yira” que se alternaron con canciones de Joaquín Sabina llevados al tango, entre ellas “Tan joven y tan viejo”, “Sonde habita el olvido”, “Y sin embargo”, “Hace tiempo” y “Mereció la pena”.
La amistad llevó a Joaquín Sabina a cantar ayer en la noche y fue la amistad también la que lo trajo de nuevo Argentina, país al que ama y quiere, lo trajo a Córdoba para participar en el VIII Congreso Internacional de Lengua Española 2019.
akc