Para la directora artística Cristina D. Silveira, "El pozo de los mil demonios", de Maribel Carrasco (Premio Nacional de Dramaturgia 2023, Juan Ruiz de Alarcón), es una clase magistral sobre el llamado viaje del héroe, descrito por el escritor Joseph Campbell. En su trama subyace, dice, un drama relevante para la comunidad de Extremadura: aunque es una obra dirigida a las infancias, es visible que, en otro plano, se habla de las desapariciones en México, las cuales se empalman con el recuerdo, la herida latente de la gente cuyo rastro se borró durante la Guerra Civil Española, perdidos en fosas comunes y caminos.
En esta forma de trazar el viaje del héroe también se estructuran los procesos de crecimiento de las infancias, continúa Silveira. "No es sólo que lo hayamos querido abordar desde México, sino en cómo nos casamos con estos temas".
Vale la pena también destacar ciertos paralelismos que hay entre "Alicia en el país de las maravillas" y "El pozo de los mil demonios". Quizá no es propiamente una madriguera en la que el personaje principal, la niña Jacinta, se adentra en una especie de viaje de iniciación, cuidando siempre de un cántaro, una vasija de barro que simboliza el alma.
Me gusta más El pozo... que Alicia, dice la directora, quien, además, ganó el primer lugar del Certamen Nacional de Teatro para Directoras de Escena de la Ciudad de Torrejón de Ardoz, en Madrid. Respecto al clima onírico que permea la obra, en el montaje fueron fundamentales la danza-teatro que desarrolla la compañía Karlik y el multimedia.
La obra podrá verse hasta el 5 de mayo, a las 13:00 horas en el Teatro Helénico.
