El Penacho del México Antiguo , más conocido como Penacho de Moctezuma , está en el Museo Etnológico de Viena . Desde hace varias administraciones, incluida la del presidente Andrés Manuel López Obrador, se han emprendido acciones para solicitar a Austria que el objeto plumario sea repatriado a México; sin embargo, Christian Schicklgruber, director del museo, señaló que la pieza no puede viajar debido a su “frágil estado”.
Schicklgruber explicó en entrevista con EL UNIVERSAL que el Penacho es un “objeto único” y que debido a su estado no podría ser trasladado, porque no podría resistir las vibraciones.
“Sí, hubo una propuesta del Presidente (de México) para enviar el Penacho, pero esta cuestión no la decide el museo, nosotros tenemos la tarea de cuidarlo. La decisión de repatriación debe verla el lado político, el parlamento de Austria y el ministro de cultura. Sin embargo, lo que sí podemos hacer es dar consejos, podemos explicar que el Penacho no sobreviviría a un viaje de traslado”, dijo.
Desde los años 90 se han emprendido acciones con la intención de repatriar el objeto a México. La más reciente se hizo cuando Beatriz Gutiérrez Müller, esposa del Presidente, estuvo de gira por Europa en octubre en la que pidió en préstamo diferentes piezas y objetos arqueológicos, cómo el Códice Florentino y el Códice Cospi o Bologna, para exhibirlos en 2021 por los 200 años del fin de la Independencia de México y los 500 años de la caída de Tenochtitlan.
Gutiérrez Müller hizo una parada en Austria y se reunió con el presidente Alexander Van der Bellen . Al respecto, López Obrador dijo en Twitter: “Le recomendé (a Beatriz) que insistiera en el Penacho de Moctezuma, aunque se trata de una misión casi imposible, dado que se lo han apropiado por completo, al extremo de que ni a Maximiliano de Habsburgo se lo prestaron cuando nos invadieron e impusieron al llamado Segundo Imperio Mexicano”.
Después de que se realizó la entrevista a Schicklgruber, el Presidente emitió el “decreto por el que se adiciona el artículo 37 ter al Reglamento de la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos” y con el que se podrán traer temporalmente al país bienes considerados monumentos arqueológicos, artísticos o históricos, como el Penacho.
“Artículo 37 ter.- La Secretaría de Cultura, previo acuerdo con el Presidente de la República y con la opinión favorable de la Secretaría de Relaciones Exteriores, podrá celebrar Acuerdos Interinstitucionales con órganos gubernamentales extranjeros u organizaciones o instituciones internacionales que tengan por objeto el traslado temporal, al territorio nacional, de bienes muebles que, de conformidad con la Ley y el presente Reglamento, se consideren o pudieran declararse como monumentos arqueológicos, artísticos o históricos, con fines de estudio o exhibición pública en el país. Dicho traslado temporal deberá llevarse a cabo de conformidad con los instrumentos y disposiciones jurídicas aplicables en la materia”, quedó en el Diario Oficial de la Federación.
Pese a que el director del museo desconocía estos cambios a la legislación mexicana, fue cuestionado sobre una posible repatriación del Penacho y reiteró que el estado actual de la pieza es frágil y por ello no podría viajar a México. Sin embargo, prefirió no profundizar en temas políticos.
“El museo no está en posición de decidir nada que tenga que ver con asuntos políticos”, declaró, aunque con respecto a quién pertenece el Penacho, indicó que prefiere referirse al objeto como “Patrimonio cultural compartido” y dijo que “no hay una respuesta en términos legales, legalmente está en posesión de Austria, pero ética o moralmente, es un bien cultural compartido. Diría que es ‘nuestro’, no es mío, no es de Austria, sino lo compartimos todos”.
Christian Schicklgruber asegura que el objeto plumario es la pieza más famosa del Museo. Foto:
© KHM-Museumsverband
Historia de un periplo
El Penacho del México Antiguo es una pieza de 500 años de antigüedad que mide 1.3 metros por 1.78 metros y está conformado por 459 plumas de cuatro especies de aves. Las plumas verdes son de quetzal; las azules, de cotinga; las rosadas, del ave espátula rosa; y las cafés, del pájaro vaquero.
“El Penacho es de los tiempos de Moctezuma, pero definitivamente sabemos que Moctezuma nunca usó una pieza así. Definitivamente este objeto perteneció a un sacerdote azteca. Se escucha mucho del ‘Penacho de Moctezuma’, pero en definitiva él nunca usó un penacho”, aseguró Schicklgruber.
Lo cierto es que el objeto está en Europa; sin embargo, no existe fuente alguna que precise cómo llegó a ese continente. Una versión apunta que fue un regalo de Moctezuma a Hernán Cortés. Lo que sí se sabe es que fue registrado como “sombrero morisco” en el inventario de 1596 de la famosa Colección de Ambras, propiedad del archiduque Fernando II de Tirol.
Al morir el archiduque, la colección permaneció en el Castillo de Ambras, Innsbruck, Austria, pero fue hasta 1878 cuando Ferdinand von Hochstetter, director del Museo Imperial de Historia Natural, lo halló “doblado en un rincón de la vitrina XVI, colgada en la pared de la sala 5, entre otros objetos etnográficos procedentes de América del Norte, China y las Islas de la Sonda, desapercibido y difícil de apreciar en la vitrina repleta”, según documentó el investigador Christian Feest.
El Penacho forma parte de la colección del Museo Etnológico de Viena desde que se inauguró en 1928. A la fecha está catalogado en el inventario con el número 10402.
Entre 2010 y 2012, la Comisión Académica Binacional, conformada por especialistas de diferentes disciplinas de Austria y México, intervino el objeto plumario. Desde entonces ha permanecido en el mismo lugar, dentro de una vitrina.
Actualmente en el Etnológico de Viena está la exposición Azteken (Aztecas), con más de 100 piezas del Museo Nacional de Antropología y del Museo del Templo Mayor: “El Penacho pudo haber sido la pieza central de la exposición Azteken, pero la muestra está en el piso inferior de donde está el Penacho. Habría sido muy riesgoso moverlo del primer piso a la planta baja. Así que decidimos no moverlo de donde está, porque ya no queremos tocarlo”, señaló el director del museo vienés.
La pieza tiene 459 plumas de cuatro especies de aves: quetzal, cotinga, del ave espátula rosa y del pájaro vaquero. ARCHIVO EL UNIVERSAL
Objeto único requiere medidas únicas
Christian Schicklgruber describió al Penacho como una pieza “única en el mundo”, “la pieza más famosa del museo” que ha sobrevivido por 500 años y “queremos preservarlo por otros 500 años”.
Para ello, el Museo Etnológico de Viena mandó diseñar y construir una vitrina en la que el Penacho está a temperatura ambiente, además cuenta con un sistema que lo protege de vibraciones.
“Al Penacho lo mantenemos en una vitrina que fue diseñada especialmente para él por la Universidad Técnica de Viena. La vitrina tiene un sistema muy sofisticado que es capaz de repeler todas las vibraciones, incluso puede repeler las vibraciones de las personas que caminan a un lado. Lo mantenemos en una inclinación de 30 grados, que es la que se considera como la mejor. La vitrina también adapta el clima, mantenemos la temperatura y la humedad a niveles constantes, además está conectada a una línea directa con la policía, de tal forma que, si cualquier cosa sucede, la policía llegaría en dos minutos”, detalló el director.
Sólo por la vitrina, el Museo Etnológico de Viena pagó 80 mil euros (1.9 millones de pesos al tipo de cambio actual). Además de esa tecnología, el Penacho recibe “especial atención”, pues a diario es revisado, aunque los miércoles es analizado por los restauradores, que es el día que permanece cerrado el museo.
“Nos aseguramos de que sea monitoreado cada miércoles. Es una tarea difícil y tratamos de dar lo mejor, porque el objeto es muy frágil y realmente hemos tratado de tener el mayor cuidado posible a través de estándares técnicos”, afirmó.
Sin embargo, Christian Schicklgruber señaló que la vitrina no se abre porque le “afectaría el clima”, además se aseguran de que no haya mucha luz sobre el Penacho, de tal suerte que de un día, 16 horas está en la oscuridad, cantidad de tiempo que aumenta los miércoles, pues las luces sólo se encienden mientras el objeto es monitoreado.
El director del Museo Etnológico de Viena reconoció que el Penacho del México Antiguo forma parte de una polémica por el interés de que sea repatriado a México, pero sostuvo que no se siente “bajo presión” y que está abierto para cualquier tipo de diálogo, sobre todo porque sabe lo que el objeto representa para los mexicanos.
“Sabemos el significado que tiene el Penacho para los mexicanos y eso es algo que nos impulsa a mantenerlo para las futuras generaciones. El tema del Penacho debe discutirse y nosotros estamos muy abiertos a hacerlo. El Penacho es una propiedad compartida y para nosotros es muy importante. Ahora el museo está cerrado por el confinamiento por el coronavirus, pero en un año regular tenemos entre 180 y 200 mil visitantes de todo el mundo y cada visitante que viene se dirige hacia el Penacho”, aseguró.