El primer contacto del poeta — director de Ediciones Odradek y diseñador y editor de "El pájaro carpintero" — con el fue a principios de la década del 80, a través de Juan Pascoe, escritor, impresor y fundador del Taller Martín Pescador y pilar, también, del propio grupo de son jarocho.

"Durante una temporada fui al Taller Martín Pescador todas las tardes a trabajar en la hechura de mi primer libro", cuenta, en entrevista, D´Aquino. En una de esas ocasiones, continúa, el artista Gilberto Gutiérrez Silva, cofundador de Mono Blanco, lo invitó a quedarse a uno de los ensayos musicales que hacían allí por las noches. Ese fue el punto de partida de la amistad, que continuó a lo largo de los años, entre D´Aquino, Pascoe y Gutiérrez, y que le ha permitido ver "las transformaciones que ha tenido el Grupo Mono Blanco mediante sus distintas actividades y el impulso que le ha dado al resurgimiento del son jarocho".

Un periodo clave, además, para el resurgimiento del son jarocho, que queda registrado en las coplas de Gutiérrez Silva, la selección de más de 40 fotografías de Silvia González de León y el prólogo del propio Pascoe, publicadas en "El pájaro carpintero. Músicos y lauderos de Veracruz" (Ediciones Odradek, 2023). "Creo que 1981 fue un año significativo tanto para el Taller Martín Pescador como para el Grupo Mono Blanco: salió publicado el primer disco que hiciera el Grupo en colaboración con Arcadio Hidalgo, el legendario músico veracruzano, de quien Pascoe editó ese mismo año su Versada, al mismo tiempo que algunos libros de varios de los entonces jóvenes poetas. Evidentemente, mí cercanía con el Taller Martín Pescador me ha permitido ver desde dentro todo el proceso musical, que en este caso va de la fabricación de los instrumentos a los ensayos y finalmente a los fandangos y los conciertos. Conjuntar todo eso dentro de "El pájaro carpintero", gracias al diseño, me permitió recrear de esta nueva forma aquella experiencia".

Fotos:  Silvia González de León.
Fotos: Silvia González de León.

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El proyecto del libro, explica D´Aquino, existió antes de ser propuesto a Ediciones Odradek, "pero al parecer no había cuajado en la otra editorial donde lo propusieron. Cuando lo tomé, obviamente introduje una serie de cambios, con el fin expreso de darle la misma relevancia (sin protagonismos) al trabajo de cada uno de los tres artistas. Uno de esos cambios consistió en pedirle a Pascoe el texto introductorio, que en el proyecto original estaba escrito por otra persona". Detalla que la cantidad de fotografías de asunto jarocho, tomadas por González de León a lo largo de varias décadas, es vasta. "Ya en el primer proyecto había una selección de ellas, pero en completo desorden, porque sin duda el diseñador no había entendido nada de lo que está en juego en este libro y mucho menos de la cultura musical jarocha. Le pedí a Silvia más fotografías, hice mi propia selección, y les di un orden que tomara en cuenta el proceso que va de la hechura del instrumento a las distintas etapas de su utilización, buscando al mismo tiempo hacer una suerte de crónica visual de todo ello a través de sus excelentes imágenes". Algo similar ocurre con las coplas de Gutiérrez Silva: "También en un principio eran menos de las que finalmente se incluyeron y no tenían un orden definido; el orden surgió de manera evidente, para mí, por el tema mismo de este son. A partir de las coplas organicé las distintas piezas que componen el libro dándole una estructura, digamos, musical, que toma en cuenta los distintos ritmos de cada artista y los integra en una especie de mosaico móvil, no estático al menos, que le devuelve fluidez a las imágenes y a los versos, permitiendo varias lecturas".

Foto: Silvia González de León.
Foto: Silvia González de León.

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"Las coplas —abunda— que se cantan en los sones jarochos son parte de una tradición popular que se ha venido transformando en las últimas décadas, incorporando nuevas letras surgidas como variantes de las ya existentes. Así veo los versos que Gilberto Gutiérrez hizo a partir del son tradicional de El pájaro carpintero". La disposición tipográfica de las coplas, la distribución exacta de los distintos materiales a lo largo del libro, y la utilización de dos colores distintos de papel y de tinta para establecer un ritmo entre los diversos materiales que lo componen son, en sus palabras, las particularidades del diseño, el puente para que la palabra y la imagen dialoguen. Pero no hay que olvidar la importancia que tiene la figura de Pascoe, la cual es doble, dice: "En el ámbito editorial su trabajo es ampliamente reconocido por el tipo de impresos que hace, la variedad de autores que ha publicado y el sorprendente rescate de impresos novohispanos que ha hecho durante varias décadas; en el ámbito de la música jarocha tal vez su participación es menos conocida, sin embargo, ha sido fundamental en la revaloración del son. Como músico, fue miembro fundador del Grupo Mono Blanco y junto con Arcadio Hidalgo y los demás integrantes impulsó el rescate de la manera antigua de tocar el son, que caracterizó en sus inicios al movimiento de renovación de esta música. Además, como impresor, también ha contribuido a la expansión del son jarocho, tanto con su libro "La Mona", donde cuenta la historia del grupo y su paso por el movimiento sonero, como imprimiendo infinidad de hojas sueltas con coplas antiguas y actuales". D´Aquino concluye, para quienes no tienen cercanía con el son jarocho, que quizá no es necesario ser conocedor de esa tradición para apreciarla. "Lo que sí puedo decir es que obviamente la propuesta de todos los que participamos en la elaboración de este libro queda abierta tanto para los conocedores, como una manera de revivir todo el ambiente que se crea alrededor de la música jarocha, como también para el que se acerca por primera vez, siendo una elocuente invitación a conocerla".

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