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"Sueño americano" (American Dream) y "América primero" (America first) son tal vez las dos frases que más representan a Estados Unidos.
Paradójicamente su significado no es tan claro y su origen y evolución es mucho más sorprendente.
"Las frases 'sueño americano' y 'América primero' nacieron hace casi un siglo, y se enredaron rápidamente con el capitalismo, la democracia y la raza, las tres fuerzas que siempre giraron en torno al destino de Estados Unidos", dice Sarah Chuchwell en su libro "Behold, America: A history of America First and the American Dream".
La autora, que es profesora de Literatura Americana y Entretenimiento Público de las Humanidades en la Universidad de Londres, Reino Unido, realizó una exhaustiva investigación sobre qué decían los diarios y publicaciones en las primeras décadas del siglo XX sobre "el sueño americano" y "América primero".
Y se encontró con que el "sueño americano", que se entiende ampliamente como la realización de oportunidades personales, en el que la "oportunidad" se mide principalmente en términos económicos, no siempre representó eso.
Y por el contrario, la frase "América primero" siempre reflejó el mismo concepto: un slogan político, aunque dependiendo del personaje político de turno, el significado fue variando.
"Lo que traté de hacer con este libro es mostrar cuán importante es el contexto histórico. Y sí, los significados cambian", le dice Sara Chuchwell a BBC Mundo en el marco del HAY Festival Cartagena, que se lleva a cabo en esa ciudad colombiana y donde se presenta su libro.
El "sueño americano"
A principios de 1900, el "sueño americano" era sinónimo de justicia social e igualdad económica por lo que la riqueza como tal era su principal enemigo, explica Churchwell en su libro.
Luego, con la Primera Guerra Mundial, el "sueño americano" se transformó en un anhelo de democracia internacional. Más tarde, con la era del jazz, llegó el sueño de infinitas riquezas, pero con la Gran Depresión pasó a ser un sueño de democracia social.
La Segunda Guerra Mundial llevó al "sueño americano" a una democracia liberal, la prosperidad de la post guerra lo cambió hacia el ideal de la movilidad social y el capitalismo democrático.
Y por último, el movimiento por los derechos civiles en Estados Unidos puso al "sueño americano" como sinónimo de igualdad democrática.
"El sueño americano sirvió en un momento para unir a los estadounidenses en tiempos de crisis social, antes de cambiar el rumbo y dividirlos", dice Churchwell.
- En la actualidad, "la mayoría de la gente diría que tiene que ver con el éxito individual conectado con la riqueza y con el sueño del inmigrante; que cualquiera puede llegar a Estados Unidos y convertir su vida en un éxito", define la autora.
"Pero el 'sueño americano' no siempre quiso decir eso. Al principio se usó para recordar a los estadounidenses que había ideales de justicia social, igualdad y oportunidad", enfatiza.
"América primero"
Antes de que empezara el siglo XX, la frase "America primero" ya estaba dando vueltas en el mundo político de Estados Unidos.
Pero no fue hasta 1915 que el presidente Woodrow Wilson se la apropió en un discurso para resaltar la neutralidad del país en la Primera Guerra Mundial.
"América primero" se volvió una frase tan popular y poderosa que en 1916 ambos candidatos a la presidencia la usaron en su campaña, aunque con matices en su significado.
Para Wilson seguiría siendo un slogan para respaldar la idea de que Estados Unidos seguiría fuera del conflicto europeo, para Charles Hughes era sinónimo de políticas comerciales proteccionistas.
Sin embargo, la frase también comenzó a representar otras ideas, como la protección de los estadounidenses "reales" frente a la amenaza de los inmigrantes y los "hyphenate Americans", aquellos cuyo origen compartía una etnia diferente a la estadounidense: irlandés-estadounidense; italiano-estadounidense, etc.
"El nativismo, que combina racismo, xenofobia y posición heredada, creó un silogismo, en el que 'cien por ciento' denotaba tanto blanco puro como 'estadounidense puro'", escribió Churchwell en el libro.
En muy poco tiempo, "América primero", "cien por cientoestadounidense, "estadounidense puro" y patriotismo comenzaron a ser sinónimos. Y luego, el concepto de "nórdico", aquellos cuyos orígenes provenían de Dinamarca, Finlandia, Islandia, Noruega y Suecia, se sumó a esta lista.
Y en 1921, los periódicos de todo el país informaron que el lema del Ku Klux Klan (asociación estadounidense que promueve principalmente la supremacía de la raza blanca) era en esencia "América primero".
"América primero", hoy
Durante los últimos 100 años, la frase "América primero" tuvo momentos de apogeo y también de olvido.
El último presidente estadounidense en apropiársela es el actual: Donald Trump.
"En 2016, Trump lanzó su campaña como candidato republicano. 'Yo soy América primero', dijo. 'Me gusta la expresión'. La frase fue tomada por sus partidarios, muchos de los cuales probablemente desconocían su historia", dice Churchwell en el libro.
Pero muchos otros que apoyaron la candidatura de Trump sí conocían su significado, como el exlíder del KKK, David Duke. Aunque Trump dijo no conocer a Duke.
"La idea de que 'América primero' pueda ser usada otra vez de una forma inocente, en mi opinión, es equivocada", analiza Churchwell.
"Para mí es importante explicarle a la gente que la frase tiene esta terrible historia y advertirles que algunas de las personas que rodean a Trump la conocen y la usan deliberadamente", agrega.
"Un país dividido"
Pese a las contradicciones que "sueño americano" y "América primero" pueden haber generado en sus largos años de historia, para la autora, ambas frases describen a Estados Unidos.
"Las frases representan que Estados Unidos siempre estuvo dividido", dice Chuchwell.
"Los valores que el país dice que siempre defendió, en realidad nunca fueron respaldados enteramente y siempre fueron parte del conflicto. Un lugar que está unido no tiene la necesidad de llamarse Estados Unidos. Es un país dividido y siempre lo ha sido", enfatiza.