Responder al mundo, vivir más allá de las ideologías y crear un universo propio para dialogar con los otros, fue uno de los aprendizajes esenciales que Susana Frank, directora de la Compañía y escuela de Teatro Laboratorio La Rueca, aprendió del italiano Eugenio Barba, uno de los teóricos y directores teatrales más importantes del mundo y fundador del Odin Teatret, compañía danesa que ha jugado un papel crucial en el desarrollo del teatro europeo desde la segunda mitad del siglo XX. El 7 de febrero, al mediodía, Barba estará en la mesa de reflexión "El pueblo secreto del Odin Teatret", sobre el eco del movimiento Tercer Teatro en México, en la Sala Carlos Chávez del Centro Cultural Universitario.
El conversatorio es organizado por el Laboratorio de Artes Escénicas Jerzy Grotowski (LArtEs), que dirige Jaime Soriano, y que desde 2022 lleva a cabo el Encuentro Escénico LArtEs-Odin Teatret “Confluencias”. Este año, el encuentro, que tiene a Guanajuato y la Ciudad de México como sedes, se empalma con un aniversario especial: los 60 años del Odin Teatret y Frank, como alumna de Barba, es una de las ponentes especiales del conversatorio que encabeza Barca y en el que lo acompañan Estela Leñero, Fernando de Ita, María Elena Ibarra, José Carlos Alonso, Manuel Naredo, Bruno Bert, Patricia Cardona, Rubén Ortiz, Farahilda Sevilla, Aline Menassé y los ya mencionados Soriano y Frank, cuyo primer encuentro directo con el Odin Teatret sucedió en 1978:
"Desde ese año hasta la fecha he estado en vinculación con el Odin. En 1981, Aline Menassé, Sonia Buffi y yo hicimos el Coloquio Internacional de teatro de grupo, Zacatecas 81 e invitamos al Odin, sólo que en ese momento no pudo venir todo el grupo porque, en las mismas fechas, estaban haciendo la Escuela Internacional de Antropología Teatral. Vino Toni Cots, en representación del grupo, y fue la primera vez que el Odin estuvo en México", explica Frank, en entrevista.
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El contacto con el Odin Teatret ha sido largo, "una historia de encuentro y muchos encuentros en distintas partes del mundo. En Ayacucho había reencuentros cada diez años y yo me sentí parte de esa familia teatral internacional y de esa manera de hacer teatro, mirar y sentir la vida".
Ahora que el Odin cumple 60 años, justo dos de las invitadas para celebraron fueron Frank y Menassé, directoras y fundadoras del laboratorio La Rueca: "Justo a los que hemos sido cercanos al Odin y a Eugenio nos invitan a esta mesa redonda a exponer cuál es nuestra relación con el Odin, qué ha significado en nuestra vida. La Rueca, que en 2024 cumple 44 años de su fundación, está colaborando —sobre todo Aline— con Jaime Soriano y la organización. No ha sido sencillo. Hace algunos meses pensamos
que sería difícil lograr la celebración de los 60 años del Odin Teatret en México, pero se logró".
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Una de las grandes enseñanzas de Barba, recuerda la también beneficiaria del Sistema Nacional de Creadores del Arte (SNCA), fue mostrarle la posibilidad de crear otro mundo en pequeños núcleos de autogestión, conformados por artistas en busca de un modo de producción generado a partir de la poética propia de cada grupo. "Para mí fue fundamental el contacto con su propuesta de teatro en grupos, los cuales tienen una forma de vida reflejada en el escenario. Se trata de la sola presencia, más allá de los temas y las obras abordadas o si hace teatro político, sagrado, cómico o trágico —la poética de cada grupo—; del poder generar una forma de vida que sea la que hable en un lenguaje previo a la expresión, no sólo en los escenarios o las calles".
"Ahora que tanto se habla del teatro posdramático, creo que desde hace tiempo hay muchos maestros que hacen teatro posdramático, en el sentido de que éste no se ciñe a un texto literario y lo que dice dicho texto. Finalmente es un lenguaje, el lenguaje del actor, su instrumento, es el mismo: el arte del actor es el arte de la persona. El actor se esculpe a sí mismo, trabajas con su cuerpo, voz, psique, espíritu y energía en relación al otro", concluye la creadora teatral.
melc