El presidente Andrés Manuel López Obrador ordenó la creación de la figura de Gobernador de Palacio Nacional , que entre otras cosas deberá ver por la protección, conservación, restauración o mantenimiento del inmueble catalogado Monumento Histórico , pero esas funciones ya estaban planeadas desde la creación de la Dirección General de Conservaduría en 2000. Por ello, el arquitecto y restaurador del edificio por 30 años, Sergio Zaldívar , considera que no era necesaria la creación de esa nueva área administrativa.
“No era necesaria la creación del Gobernador de Palacio Nacional . Va a ser un nombramiento más que académico, como cualquier nombramiento actual, será de dedo, es decir, pondrán a algún amigo o cuate y le encargarán una oficina con un buen sueldo. Se le podría recordar al Presidente ese otro decreto, que lo lea, porque obvio ni él ni su equipo sabe que existe”, dice.
En 2022, Palacio Nacional cumplirá 500 años, pero pocos han sido los interesados en realmente conservarlo y someterlo a debidos procesos de restauración. De hecho, entre 1970 y 2020 fue sometido a una serie de trabajos, como la restauración del Salón Tesorería y el Patio Central . Sergio Zaldívar fue el artífice de todos esos trabajos.
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En los años 70, el arquitecto también estuvo a cargo de las excavaciones que llevaron al hallazgo de las casas de Hernán Cortés, que hoy se pueden apreciar en las ventanas arqueológicas ubicadas al interior de Palacio.
Esos primeros trabajos se dieron durante el sexenio de Luis Echeverría , que “es muy condenado (por sus decisiones), pero para estas cosas (del patrimonio) fue muy derecho”.
Sergio Zaldívar fue el encargado de intervenir Palacio Nacional entre 1970 y enero de 2001. Foto: Sergio Saldívar.
Zaldívar continuó con los trabajos en Palacio y al final del sexenio de Ernesto Zedillo se creó la Dirección General de Conservaduría de ese espacio. El reglamento de esa área fue publicado en el Diario Oficial de la Federación el 14 de noviembre de 2000.
“El decreto del presidente Zedillo era muy preciso y con muchas especificaciones de las responsabilidad y atribuciones del conservador y de la conservaduría”, sostiene el especialista.
El reglamento de la Dirección de Conservaduría cuenta con 19 artículos. Se especifica que el “Conservador” sería nombrado por el presidente en turno y que “dependerá de él”.
“Renuncié en enero (de 2001) porque Fox es un pretencioso que no entendió la función del conservador de Palacio. Sari Bermúdez pensaba que estaba a sus órdenes...” . Sergio Zaldívar. Ex restaurador de Palacio Nacional
Además que debía poseer “título a nivel licenciatura en Historia del Arte, Conservación, Restauración, Arquitectura o poseer título de posgrado en Museología... tener conocimiento y experiencia en trabajo de museos de arte e historia o ser una persona con probada experiencia en el manejo y administración de museos del mismo género y en conservación de monumentos y ser de reconocido prestigio en el medio”.
Ahora, el “Acuerdo por el que se instruye la creación de una Unidad Administrativa a cargo del Gobernador de Palacio Nacional”, publicado en el DOF el 19 de febrero de 2021, sólo cuenta con tres artículos.
Entre las funciones del Gobernador está: supervisar “las condiciones físicas de las instalaciones en las que el Titular del Ejecutivo Federal resida y lleve a cabo sus actividades. Dar seguimiento y, en su caso, ejecutar las instrucciones del Titular del Ejecutivo Federal relacionadas con la protección, conservación, restauración y/o mantenimiento a las instalaciones a que hace referencia la fracción anterior. Proponer a la Conservaduría la elaboración de estudios y propuestas para la asignación de áreas y optimización de espacios en Palacio Nacional y gestionar la obtención de insumos necesarios para el cumplimiento del presente Acuerdo”.
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Sin embargo, en ningún punto se habla sobre la formación de quien ocupe el cargo.
“Independientemente de la opinión que se tenga del presidente Zedillo, hizo un muy buen decreto de lo que debían tener los edificios principales del patrimonio en México: tener un conservador que fuera responsable y con atribuciones para evitar la frivolidad de cualquier funcionario. Se buscaba a un experto, a una persona preparada. Con modestia le digo al señor Presidente y a su gente que hubieran averiguado sobre este otro decreto para establecer normas, reglamento y atribuciones”, dice Zaldívar.
Palacio Nacional, catalogado Monumento Histórico, comenzó a construirse en 1522.
Un funcionario fugaz
Una vez creada la Dirección de Conservaduría, Sergio Zaldívar asumió la titularidad a mediados de noviembre de 2000, “al cuarto para las doce” de concluir el sexenio de Zedillo.
El cambio de administración no fue para bien, señala el arquitecto, pues en Vicente Fox no encontró un aliado para la conservación de Palacio Nacional: “Mi primera acción fue pararle los tacos de que no podía hacer sus barbaridades. Llegaron sus amigos y pusieron una carreta como elemento de publicidad para anunciar un tequila. Fox estaba muy orondo presumiendo el tequila usando Palacio”.
Con Fox, el entonces Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) —hoy Secretaría de Cultura) era presidido por Sari Bermúdez , con quien Zaldívar también tuvo un desencuentro.
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“Renuncié en enero (de 2001) porque Fox es un pretencioso que no entendió la función del conservador de Palacio. Sari Bermúdez pensaba que estaba a sus órdenes y le dije: ‘perdóneme, este nombramiento es directo de la Presidencia y usted no tiene que ver en Palacio’, lo cual fue un problema porque rápidamente se enojó”, recuerda.
Reunión entre Sergio Zaldívar y López Obrador cuando era jefe de gobierno. Se le informó sobre la importancia de los monumentos históricos. Foto: Cortesía Sergio Zaldívar.
Ese cambio de administración, considera, fue el inicio de un desinterés por la conservación de Palacio Nacional, pues desde su punto de vista, en las administraciones siguientes a Fox (Felipe Calderón, Enrique Peña Nieto y Andrés Manuel López Obrador), ya no hubo un titular con la formación necesaria.
“Ya ninguno de los siguientes conservadores que nombraron asumió la autoridad teórica y técnica que establecía el decreto. Es decir, de ser una autoridad responsable y con atribuciones para dictaminar que no hicieran más estropicios en el edificio”.
Décadas de trabajo
Sergio Zaldívar (Ciudad de México, 1934) estudió arquitectura en la UNAM y Restauración en la Escuela de Perfeccionamiento para el Estudio de los Monumentos en la Facultad de Arquitectura de la Universidad de la Sapienza en Roma, Italia.
Cuando llegó en la década de los 70 a Palacio Nacional se encontró con un Patio Central “convertido en un taller de reparación de automóviles. Estaba lleno de manchas de aceite de los coches de funcionarios”.
Ese trabajo en el Patio Central fue todo un suceso. Acababa de entrar en vigor la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos (mayo de 1972) y en él se establecía que era competencia del INAH tomar decisiones sobre alguna intervención, pero quien contaba con el presupuesto para los trabajos era la Secretaría de Obras Públicas, encabezada por Luis Enrique Bracamontes .
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“Cuando el secretario Bracamontes nos dijo que él mandaba ahí, Alejandro Gertz Manero, entonces secretario general del INAH , me apoyó y dijo que eran atribuciones del INAH y no del secretario. Para los hígados de aquellos funcionarios… se puso verde, pero ni modo, la ganamos”.
Como parte de esos trabajos, al centro del patio se colocó la fuente del Pegaso, decisión que se tomó luego de estudiar el espacio: “Estudiamos una litografía. Se hablaba del potro de Palacio y el especialista Manuel González Galván nos asesoró en iconografía y llegamos a la conclusión de que era un Pegaso”.
Los trabajos en Palacio no pararon y para revertir “el desastre”, Zaldívar contó con el respaldo del expresidente Echeverría, pero también emprendió otros trabajos, como la restauración del Salón del Congreso, porque atravesó por un incendio el 22 de agosto 1872, lo que provocó la pérdida de varias de sus características.
Otro espacio que intervino fue el Salón Tesorería, que es desde donde el presidente Andrés Manuel López Obrador realiza sus conferencias matutinas: “No me gusta el uso que le está dando a ese Salón que fue ‘inaugurado’ como un espacio para la visita de primeros mandatarios. El primero al que recibió fue al presidente francés Jacques Chirac , en 1997”.
“Ahora Palacio volvió a entrar en la vorágine de la lucha y de las polémicas políticas. Los funcionarios que están en él no tienen la más mínima conciencia de que están en un monumento nacional que debe ser cuidado. Está bien que haya quien lo cuide, pero los primeros que deben tener conciencia de que se trata de un monumento son los funcionarios”, concluye.