Más Información
Diputadas celebran a emprendedoras; reconocen a la doctora Araceli Alonso, incluida en las 100 mujeres líderes
Yasmín Esquivel defiende la reforma judicial en Con los de Casa; alejado de la realidad pensar que es una venganza política, afirma
Elección judicial: Aspirantes a cargos comparten carta de motivos y hasta currículum; “Justicia no debe ser inaccesible”, afirman
Niño de 3 años toca “la campana de la victoria” por vencer al cáncer; recibió quimioterapias en el IMSS
Tres de cada 10 estudiantes es víctima de violencia en planteles; exigen reforzar medidas de seguridad
El presidente turco Recep Tayyip Erdogan ordenó el viernes la reconversión en mezquita de una antigua iglesia ortodoxa emblemática de Estambul, un mes después de la reapertura al culto musulmán de la basílica de Santa Sofía .
Construida por los bizantinos en el siglo V, la iglesia San Salvador de Cora fue convertida en mezquita tras la conquista de Constantinopla por los Otomanos en 1453, y pasó a ser un museo tras la Segunda Guerra Mundial.
En un decreto presidencial publicado el viernes, Erdogan ordena "abrir al culto" musulmán este preciado lugar turístico, apoyándose en una decisión del año pasado del Consejo de Estado en este sentido.
La decisión de transformar el museo de Cora (Kariye, en turco) en mezquita llega un mes después de la controvertida reconversión de la exbasílica de Santa Sofía, patrimonio mundial de la humanidad.
También lee:
Visitantes recorren hoy 21 de agosto el todavía Museo de Cora. Foto: BULENT KILIC / AFP
Además de su historia milenaria que rivaliza con la de Santa Sofía, la iglesia bizantina de Cora es sobre todo conocida por sus magníficos mosaicos y frescos del siglo XIV, incluido una monumental composición del Juicio Final.
Tras la Segunda Guerra Mundial, el edificio fue sometido a una larga restauración liderada por equipo de historiadores de arte estadounidenses. Fue abierto al público como museo en 1958.
También lee:
Según una periodista de la AFP que visitó el lugar tras la publicación el viernes del decreto de Erdogan, el edificio seguía abierto a los visitantes, al contrario que Santa Sofía, que fue inmediatamente cerrada nada más pronunciarse el anuncio de la reconversión.
"Nuestros antepasados [...] se han convertido en los propietarios de estos lugares tras la conquista" de Constantinopla, estima Yucel Sahin, un habitante de Estambul de 45 años, que rechaza la idea de que suponga una falta de respeto a los fieles de otras religiones en Turquía.
fjb