Más Información
Claudia Sheinbaum se reúne con gobernadora de Colima, Indira Vizcaíno; preparan Acueducto Zacualpan II
Morena celebra avances de estrategia de seguridad; Operativo Enjambre en Edomex ejemplo de compromiso, aseguran
Artículo 19 denuncia agresión e intento de robo contra periodistas de Guerrero; responsable es elemento de síndica de Taxco
Marcha del 25N; Convocan a participar en el Día internacional de la eliminación de la violencia contra la mujer
Por primera vez en nueve años, el Museo Nacional de Arte (Munal) presenta las dos caras de una pintura de Diego Rivera. Se trata de un sólo lienzo, en el que se exhibía la popular obra cubista "Paisaje zapatista", que fue pintada en 1915. Ahora, el público podrá ver de forma simultánea el reverso, donde se encuentra la obra La mujer del pozo, que pintó el mexicano en 1913.
Sobre la obra de 1915 —que en su momento se tituló "El Guerrillero"—, el curador David Caliz explica que se trata de un paisaje “cubista sintético”, del estilo de Georges Braque y Pablo Picasso, a quienes Rivera conoce en su estancia en París. La pintura fue creada luego que Martín Luis Guzmán junto con Alfonso Reyes, diplomáticos y escritores, viajaron a París y le contaron a Rivera lo que estaba sucediendo en términos políticos en México.
“Él refleja al Caudillo del Sur con iconografía, como el sombrero de Zapata, el ojo inquisidor, los bosques del sur de México, el rifle, los guajes, el zarape, las sombras en colores blancos que aluden a la reflexión del cubismo y la síntesis dentro de la abstracción”, es como Caliz describe la pintura.
La mujer del pozo permaneció oculta por muchas décadas. El dueño de "Paisaje Zapatista" era el ingeniero Marte R. Gómez desde 1946; posteriormente, el INBAL la adquirió en 1966, mediante una compra-donación. Fue hasta 1976 cuando especialistas del Centro Nacional de Conservación y Registro del Patrimonio Artístico Mueble (Cencropam), la sometieron a estudios radiográficos y descubrieron la otra pintura.
“Esta obra es de la etapa del cubismo analítico de Rivera, su primera etapa en París. Se descubre, se realizan cuestiones técnicas para retirar la capa de pintura que Diego Rivera había puesto”, dice Caliz.
¿Pero qué llevó a Rivera a reutilizar el lienzo para esta pintura? Caliz señala que 1915 fue un año complicado en Europa porque un año antes había estallado la Primera Guerra Mundial, por lo que reutilizar lienzos era una práctica común ante la falta de insumos.
“Mostrarla así nos ayuda a ver una transición importante de Rivera en París, y su reflexión cubista”, detalla Caliz.
Las obras se exhiben en la exposición permanente XX en el XXI del Munal.